Si la muerte pisa mi huerto, ¿Quién firmará que he muerto de muerte natural?… Miguel Hernández.

Cuando Carlos Gorostiza escribe, lo hace acariciando el alma. Tan intangible como el alma es la amistad. Si el alma trasciende, la amistad es eterna. Lo finito del ser humano, hace de la amistad la eternidad en un instante. El afecto, siempre rengo como Paco uno de los protagonistas, se complementa con el otro protagonista; Cristo, como no le gusta que lo llamen, porque su nombre en Cristóbal. Paco y Cristo son amigos de antes, de esos que siempre están aunque no estén, son amigos de fútbol, de gambetas del juego y de la vida, de esos que cuando uno los abraza, se siente en el pecho el corazón del otro. La medida de la muerte presente en cada instante del texto, se mide con la historia de vida y la muerte no es el final, es parte de la vida. El tercer personaje es el teléfono que suena para traer buenas y malas noticias.

Aeroplanos, dice que lo primero es la amistad y lo segundo también. El amor, ese paradigma de lo bueno y bello, hace de la pieza un mecanismo de relojería. el odio, que es parte del amor une y aleja, los sentimientos y lo que duele, se subsana. La salud, siempre vigente y relativa, se muestra perversa, estoy sano pero me muero. Paco y Cristo no mueren, viajan en Aeroplano, la máquina que traslada, la máquina Dios, que saca y pone, lleva y trae, hace morir y hace vivir, la ilusión en un Aeroplano, tan viejo como Tatita Dios.

Marcos y Calori, saben decir y medir la palabra, transmiten la esencia del teatro que ayuda a mirar la vida. Saben crear un entramado, ese que hace brotar lágrimas, de congoja y alegría, para unos espectadores compenetrados, otra de las tantas comuniones de un público de excelencia. Como ya dije una caricia al alma.

En el programa impulsado por el Municipio de Avellaneda, El Roma en los barrios, pudimos ver, de manera gratuita, la obra teatral Aeroplanos de Carlos Gorostiza, protagonizada magistralmente por Guillermo Marcos; en el personaje de Paco y Héctor Calori, en el personaje de Cristo, en la Biblioteca Popular Veladas de Estudio Después del Trabajo, Entre Ríos 731, Avellaneda. La noche del sábado 13 del corriente en una noche fría y despejada. Hago hincapié en el clima porque esa noche fue especial para levantar la vista al cielo y ver pasar un Aeroplano, donde viajan Cristo y Paco, a una España soleada y estival para recibirlos a ellos que supieron imitar el ruido de los Aeroplanos al volar.

Milonga en Do

…Dulce Milonga, enamorada de todos, como una planta crece en la garganta... Alfredo Zitarrosa, Yamandú Palacios

El día domingo, a las 18, se llevó a cabo la inauguración del ciclo Veladas de Milonga. Este se llevará a cabo una vez al mes y es especial para todos los amantes del tango en toda su expresión. Conducido por Leo Mendoza y las guitarras de Laprida, dieron clase de dos por cuatro, en especial con tangos de la Vieja y Nueva Guardia. La expresión y sentimiento en el Cantor, Leo, para los amigos, y sus excelsos guitarristas, subyugó el ambiente y mostró que el tango y la milonga, junto a nuestro folclore son expresiones vivas de una Argentina Nacional y Popular. El tango no ha muerto, está vivito y coleando en un espacio que le sabe sacar viruta al piso.

En el marco de este ciclo y con el impulso del Roma en los Barios, nos visitará La Orquesta Municipal de Tango, que dirige el Maestro Diego Lerendegui con la cantante Sofía Spano, el día sábado 10 de agosto, a las 20. No te lo pierdas.

Marcos Magneschi