Sucedió en otoño, cuando las hojas lloran sobre veredas indiferentes y marzo
se viste de ocre. Fue nuestra presidenta, la presidenta de la Comisión Permanente de Homenaje a Piñeiro y sobre todo, nuestra AMIGA.

Fue un adiós inesperado y aún, la seguimos buscando, en las veredas desparejas de este barrio para ella tan querido. Recordamos su voz pausada leyendo la reseña histórica de nuestro “Canto a Piñeiro”. Fue en la Biblioteca Popular Presidente Avellaneda un 20 de junio, no importa el año porque el tiempo no existe para quienes nos dejan.

Nuestra Bere, se fue silenciosamente como a ella le gustaba, siempre reacia a exposiciones públicas, en la modestia de aquellos que les interesa más hacer, sin importarle el elogio o la censura.

Perteneciente a una familia tradicional que vio nacer a su barrio, permaneció por siempre fiel a este pedacito de tierra que se llama Piñeiro.

El otoño sigue llorando sus lágrimas ocres y pensamos que es el adiós que hubiera elegido. El hombre es inmortal mientras se le recuerde y ella dejo semillas que germinaran en el surco generoso de la memoria. Adiós Berenice y gracias por todo lo que nos diste.

La Comisión Permanente de Homenaje a Piñeiro.