Luego de truncarse su carrera como futbolista por una lesión, Santiago Caamaño, un joven vecino de Piñeyro, logró hacer realidad otro de sus sueños que es consolidar su carrera como actor. En el pasado mes de enero se presentó nada menos que en la porteña avenida Corrientes, junto a destacadas figuras del espectáculo, como Viviana Sacone, Patricia Echegoyen y Silvina Bosco, con la exitosa obra “Tres”, una comedia escrita por el español Juan Carlos Rubio, dirigida por Corina Fiorillo y producción de Adrián Bas y Maxi Pita.

En diálogo con La Ciudad, Santiago resaltó lo que le significa a él compartir escenario con figuras tan reconocidas y talentosas del teatro y la televisión: “Trabajar con Sacone, Echegoyen y Bosco es un privilegio, es muy placentero, son tan buenas actrices que solamente es escucharlas y uno hacer el trabajo que tiene que hacer, es muy fácil conectarse, tienen mucho oficio, intento todo el tiempo estar a la altura de las circunstancias, porque sé que este puede ser el principio de muchas cosas. Pero por sobre todas las cosas son excelentes personas, muy simples, generosas, me integran a todos y creo que para mi carrera es una posibilidad hermosa que espero aprovecharla al máximo”, aseguró el actor avellanedense, quien habló sobre el brillante momento de su carrera.

“Empecé a estudiar teatro a los 22 años y últimamente me fueron pasando cosas alucinantes, que todavía ni las puedo creer, como ganar un premio ACE como actor revelación, en una obra dirigida por Agustín Alezzo; producir una obra donde también actué, y con el que gané el premio Estrella del Mar en Mar del Plata, como mejor espectáculo de teatro alternativo y ahora llegar a la calle Corrientes, o que me dirijan Julio Chávez, Agustín Alezzo, trabajar con gente que uno admira, que es muy talentosa, la verdad me han pasado cosas increíbles”, sostuvo emocionado.

Consultado sobre cómo llegó a la actuación, Caamaño recordó: “Acompañé al primo de una ex novia mía a un casting y terminé quedando yo para hacer dos escenas con Miguel Angel Solá y Norman Briski, en una película basada sobre Jorge Luis Borges, se llamaba el Amor y el Espanto, dirigida por Juan Carlos Desanzo.

Recuerdo que grabé en La Boca, volví a mi casa en colectivo y la pasé muy bien. Me preguntaban con quiénes estudiaba teatro, y yo no sabía que se estudiaba teatro!, relató Santiago divertido.

Años más tarde llegó a la reconocida escuela de Julio Chávez, donde estudió tres años. “Es un apasionado por lo que hace y te transmite eso”, valoró. “Después tuve la suerte de trabajar con él”.

En 2014, Santiago ganó el Premio ACE como revelación masculina, por su actuación en la obra El Cuidador, de Harold Pinter, un autor inglés contemporáneo, dirigida por Agustín Alezzo.

“Desde hace diez años que estoy con Agustín Alezzo, una persona que admiro profundamente. Lo quiero mucho, es un gran maestro del teatro argentino”.

Con afán de aprender y crecer, Santiago hizo varias escuelas simultáneas y se formó también con Ricardo Bartis, Julieta Gochman y Claudio Tolcachir.

“Siempre intento crecer no estancarme. Sé los puntos débiles que tengo y trabajo sobre ellos”, aseguró el ex futbolista de El Porvenir, Dock Sud y Talleres, quien a los 34 años sigue en Piñeyro, donde vive en la misma casa que cobijó a sus abuelos y padres, muy cerca de Santa Fe y Brasil.