Rigoletto: La Maledizione en el Roma

Este viernes 16 de marzo a las 20 horas, se presenta por única vez “Rigoletto” de Verdi en una versión audaz y actual, con dirección escénica de Santiago Burgi y musical de Ezequiel Fautario.

El Teatro Roma de Avellaneda presenta una versión actualizada del clásico de Verdi, Rigoletto.
En esta oportunidad, nos trae una puesta que busca recuperar la crudeza y la cercanía de ese relato y de los personajes con la sociedad actual: el abuso de poder, la lucha de clases, el acoso sexual, la trata de personas. Toda una realidad que nos circunda, pero que contada a través de la sublime música de Verdi que nos invita a escuchar realmente lo que esta obra de arte tiene para decirnos.

Oscura, violenta, cruda. Sus personajes están lejos del ideal romántico y su imaginario. En esta versión sólo se trata de mostrarlos tal cual son, sin la distancia que pone entre nosotros y el drama, la lejana época en que originalmente se ubica esta historia, con sus pomposos vestuarios y extrañas costumbres, tan ajenos a nuestro tiempo.
Navegantes cibernéticos inmersos en nuestras redes o colgados de nuestras nubes. Nuestros problemas como individuos y como sociedad siguen siendo los mismos que hace 150 años, más allá de la ilusión de conexión que nos brinda la tecnología hoy, que sólo nos aísla más y nos imposibilita ver al otro; realmente verlo.
Gilda, nuestra heroína, es una niña, y las niñas fueron niñas tanto en el siglo XIX cuando Víctor Hugo escribió esta obra de teatro como cuando Verdi, 20 años después, decidió ponerle música. Hoy ellas, con otra ropa, con otro escenario, siguen manteniendo la misma inocencia e ilusión, siguen siendo niñas. Y en esta historia, una vez más, una niña da todo por amor.

Estrenada en 1851, es “Rigoletto” una de las óperas más famosas y originales del repertorio lírico. En su historia se conjugan distintos personajes oscuros que no responden a los estereotipos más abordados de la época en que fue compuesta (mediados de siglo XIX). Un Duque libertino, frívolo, desleal, pero carismático a la vez, se divierte humillando a cuanta persona tiene a su alrededor. Su bufón Rigoletto lo secunda cínicamente en esta tarea, y resulta ser la principal víctima del Duque, quien seduce a su hija Gilda. El intento de venganza de Rigoletto por tal acto toma un giro tal que resultará solamente en la muerte de Gilda.

En esta puesta, “Duca” es el líder de la banda de rock “Cortigiani”, ambos pasados ya de moda, pero arrastrando a un pequeño grupo de fans que los sostiene en la ilusión de la eterna fama.
Rigoletto en cambio es el asistente (plomo) de la banda, y a su vez el diablillo en el hombro izquierdo de Duca, que a través de los años fue alimentando y alentando lo peor de él, convirtiéndolo en un monstruo.
Rigoletto ama y odia. Admira y desprecia profundamente a Duca; él representa todo lo que Rigoletto nunca podrá ser.

No obstante, Rigoletto tiene otra vida: tiene una hija que lo redime. Su refugio es algún barrio de emergencia, donde también se muestra una sociedad alienada frente al celular y la televisión. Las calles empapeladas de propaganda acumulada desde años y años atrás, y el templo de turno de algún culto con su pastor recaudador donde la gente se agolpa acaloradamente en su necesidad de una espiritualidad instantánea.

Llegado un punto, estos dos mundos, de Rigoletto y Duca se juntan, cuando éste se conoce con Gilda.
Y así, en el fondo, la verdadera tragedia ocurrirá únicamente en los pensamientos de Rigoletto, que sumará a su espalda lo que él cree como una humillación final, merecedora de la más baja de las venganzas.
Material audiovisual Rigoletto

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