La tarea fue desarrollada por la Clínica de Arte Público, experiencia laboral y de educación artística integrada entre distintas áreas de la Municipalidad de Avellaneda: la Secretaría de Cultura y Promoción de las Artes y el Refugio del Arte.
El núcleo de la Clinica de Arte Público se concentra en el IMSAP (Instituto Municipal de Artes Plásticas de Avellaneda), el grupo de trabajo se encuentra integrado por la escultora Paula Franzi quien coordina y seis estudiantes y graduadxs con especialización en escultura del instituto (Yanet Cano, Mariel Enríquez, Shaiel Valenzuela Gardonio, Vanesa Guerrero, Azul Retamozo y Marcelo Roldán)
La puesta en valor de la obra de Jorge Rivara requirió de distintos niveles de intervención, tanto en la estructura metálica de los muros, como en su revestimiento. Se realizaron distintos tratamientos para frenar su oxidación. En los relieves de cemento se mojaron las grietas y fisuras, y se reconstruyeron pequeñas partes faltantes. Posteriormente se retocó la pátina en las zonas reconstruidas y en algunos lugares en donde había perdido el color, por las inclemencias del clima.
En los muros en donde habían grafitis se aplicó un removedor especial con cepillo de cerda dura, dejándolo actuar por unos minutos y enjuagándolo con abundante agua. Esta operación fue repetida varias veces en la misma superficie porque no terminaba de quitar bien la pintura.
Los caños transversales de la obra de Rivara fueron lijados y se les realizó el tratamiento contra el óxido. Se repusieron algunos caños faltantes y se reforzó la soldadura de todos los que estaban flojos. Se volvieron a obturar los caños con poliuretano rígido en aerosol, fueron pintados con una base de esmalte sintético gris satinado y finalizamos con esmalte sintético brillante aluminio.
“El sueño de un país” resplandece nuevamente en la Plaza Lolita Torres, Avenida Belgrano al 1000, Avellaneda.
Por Lucia Fariña
Fotos: Gentileza Yulian Martínez