El informe elabora un ránking de países donde los impuestos sobre el trabajo son los más altos, y se observa que Bélgica es el primero con 52,7%, lo siguen Alemania con 49,5%; Italia con 47,9%; y Francia y Austria con 47,6%. En este sentido, las cargas impositivas sobre el salario son una de las excusas que se anteponen para tratar un reforma laboral, que es “un pedido manifiesto del Fondo Monetario Internacional para después de las elecciones, como requisito para continuar otorgando financiamiento”, apunta el informe. |