Reflexiones de Monseñor Rubén Frassia

El Obispo de la Diócesis de Avellaneda – Lanús, en sus reflexiones radiales semanales, se refirió al Evangelio según San Lucas 17,3b-10: “ Dios nos escucha cuando le pedimos con fe ”.

Dijo el Señor a sus discípulos “si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: “Me arrepiento, perdónalo». Los Apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. El respondió: “Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, ella les obedecería”. Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: ‘Ven pronto y siéntate a la mesa’? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después’? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: ‘Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber’.”

Dios nos escucha cuando le pedimos con fe
Siempre la Palabra de Dios hay que entenderla y discernirla. Acá hay tres temas muy concretos y muy simples. El primero es el tema del pecado y del arrepentimiento; porque uno no puede juzgar las motivaciones más profundas de cada ser humano pero, si la persona que cometió el pecado o su falta contra cualquiera pero se arrepiente en serio, hay que perdonarlo. Fundamentalmente es el perdón de Dios a través de la confesión, del sacramento de la reconciliación. En la vida hay que rezar, hay que confesarse y pedirle siempre perdón a Dios porque Dios da y concede la misericordia a aquél que se lo pide.

En segundo lugar, el tema de la fe; a veces creemos que la fe es una garantía nuestra: “porque tengo fe Dios me tiene que escuchar y tiene que hacer lo que yo le pido” No es así. La fe es confianza en Dios, en el Absoluto y un Dios que obra a quien debo pedirle, confiarle y saber que va a obrar independientemente de mis resultados.

La fe es fundamental; a veces, con la fe, quedamos “pegados” a cosas de religión. Porque ya vamos a misa, porque ya rezamos, ya creemos que vivimos en la fe. La fe es mucho más profunda y es evidente que necesitamos expresiones de religión, pero la fe es mucho más. La fe es confianza en Dios, porque Dios es omnipotente y obra independientemente de nuestras necesidades y resultados.

En tercer lugar; a veces uno cree que, porque tiene fe, tiene derecho a exigir. ¡Estamos equivocados! ¡Somos servidores! Hacemos las cosas por fe y por amor, no nos tienen que pagar por ello; no tenemos derecho a cobrar retribuciones. Por eso es muy importante ser servidor. A veces hay gente que dice “yo serví en la parroquia, en la Iglesia, hice al cura tales favores, hice tal cosa y así me pagaron, así me trataron, por eso me debilito…” ¡Mal! ¡Equivocado! Uno lo hace por fe a Dios y por amor y servicio a la gente así lo agradezcan o no, retribuyan a o no. Es un error creer que uno tiene derecho a recibir lo que uno ofreció anteriormente.

Queridos hermanos, es muy importante pedirle al Señor que aumente nuestra fe, nuestra confianza en Él y Él nunca, jamás, nos va a defraudar. Pidamos la intercesión de la Virgen la llena de gracia, que María nos ayude a unirnos como pueblo pues lo necesitamos y recemos porque Dios nos escucha cuando le pedimos con fe.

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