El Defensor del Pueblo de Avellaneda, Dr. Sebastian Vinagre, en conjunto con el ómbudsman provincial, Carlos Bonicatto y el de Quilmes, Jorge Márquez, presentarán ante el Organo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) un reclamo por las obras inconclusas en la autopista Buenos Aires-La Plata.

Según expresan los defensores del Pueblo, «las obras inconclusas son las principales causales de los trastornos que diariamente padecen los usuarios de la autopista Buenos Aires-La Plata, anegamientos principalmente, que se evidencian en las horas pico, y que no deberían existir si Coviares hubiese cumplido con el contrato».

«En el año ’95, la empresa concesionaria debería haber iniciado las obras de un tercer carril por vía. Construcción que aún sigue en veremos y a las que se le deben sumar varias bajadas que continúan a la espera, como es el caso de Villa Elisa, City Bell y el prometido acceso de Ezpeleta, y la edificación de ban-quinas más amplias en ambas manos», aseguró el ombudsman de Avellaneda.

Por este motivo, Vinagre, Marquez y Bonicato presentarán ante el Organo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) el reclamo correspondiente para que Coviares garantice la construcción del tercer carril por mano en la mencionada autovía.

Según afirman los ombudsman, «este incumplimiento – en el que también estaría involucrado un Estado ausente – generó las críticas de varios legisladores Bonaerenses, quienes ante una Autopista prácticamente inoperable y que ha quedado demasiado chica comenzaron a hablar de una emergencia vial».

«Otros actores que también comienzan a sumarse por la ineficacia de la concesionaria son los usuarios, quienes a través de las redes sociales reclaman la realización del tercer carril por mano. Y evalúan la utilización de insignias para exigir la obra que debería estar terminada», detallaron.

«Mientras tanto, los embotellamientos y las demoras siguen acrecentándose año a año, pese a que en 1995 Coviares informó que ‘la construcción de los terceros carriles no implicará un aumento de los peajes’. Carriles que aún siguen durmiendo el sueño de los justos, aunque la concesionaria aumentó los peajes de manera proporcional a la nómina de víctimas», expresaron los ombudsman.

El proyecto de la autovía nació en 1988 y desde aquel momento se intentó forjar el primer tramo de Buenos Aires a rotonda de Gutiérrez, que estuvo paralizado y fue retomado en 1992.

En 1995 la autopista recién llegó a Quilmes, luego, casi en 1996, se habilitó hasta Hudson y finalmente en 2002 se terminó su construcción.
Las obras de ampliación y las bajadas todavía brillan por su ausencia.