Proyectan películas argentinas al aire libre en una esquina de Gerli

Es una iniciativa de dos organizaciones de jóvenes que trabajan en el barrio. Los sábados a las 20 horas, en la intersección de Lacarra y Casacuberta, decenas de vecinos disfrutan de un ciclo de cine nacional apto para todo público.

A partir de una iniciativa del Grupo Giros y del Centro Cultural Azucena Villaflor, dos inquietas organizaciones juveniles, los vecinos de Gerli tienen la posibilidad de disfrutar este verano de un ciclo de cine nacional, sentados cómodamente al aire libre, en una esquina céntrica de su barrio.

La propuesta, implementada con apoyo del municipio desde el mes de enero, en la esquina de Lacarra y Casacuberta, ya convocó a más de un centenar de vecinos que se vieron gratamente sorprendidos por la idea.

«Una de las líneas de trabajo, tanto de nuestra institución como del colectivo cultural «Embarriarte», que integramos con otros centros culturales, es la recuperación del espacio público», explica Rodrigo Fernández, presidente del Centro Cultural Azucena Villaflor de De Vincenti. «Durante el año desarrollamos actividades que nos permitan entre todos los vecinos volver a disfrutar la calle, un espacio que fuimos perdiendo», continúa.

La iniciativa surgió en conjunto con el Grupo Giros, otra asociación de jóvenes del barrio que trabaja en el comedor infantil Madre de Jesús misericordioso. «Cuando hacíamos la difusión del ciclo, volanteando por la calle en los días previos a la primera jornada, recibíamos gestos de sorpresa de los vecinos, porque no imaginaban que acá, en pleno centro de Gerli, podrían tener una propuesta de estas características. Esto es una muestra clara de que la calle dejó de ser un lugar para disfrutar», comenta Federico, del Grupo Giros, uno de los organizadores del ciclo.

Según relataron los jóvenes, aprovecharon una de las reuniones del colectivo cultural «Embarriarte», en las cuales debaten, proyectan y realizan, junto a los centros Patas Arriba y La Maroma, diversos emprendimientos educativos y culturales para la ciudad, y por su cercanía geográfica plantearon la idea.

Con recursos prestados comenzaron a implementarla, y recibieron el apoyo del municipio, con la impresión de volantes y afichetas para la difusión del ciclo.

«No sabíamos qué respuesta podíamos tener en el barrio, incluso por el hecho de cortar una calle, pero una vez más, la actitud de los vecinos y vecinas fue elogiable. El primer día hasta nos permitieron enchufar los equipos en la heladería de la esquina, porque nuestro alargue no funcionaba», confiesa Fernández.
Así, cada sábado a las 20, medio centenar de vecinos llega hasta la esquina de Lacarra y Casacuberta para ver una película en las sillas que los jóvenes disponen sobre el asfalto.

El ciclo se orienta al cine nacional, y las películas elegidas son comedias aptas para todo público. «La selección de películas también fue algo cuidadosamente pensado, queríamos filmes para despejar la mente pero que no resultaran muy elementales. Además, como vienen muchos chicos, tratamos de que no tuvieran escenas de sexo ni demasiada violencia», completa Federico de Giros.

La suerte está echada; Un novio para mi mujer; Tiempo de valientes y Luna de Avellaneda (que se proyectará el próximo sábado 13 de febrero) conforman la primera parte del ciclo que comenzó el 23 de enero. Los jóvenes organizadores analizan ahora la posibilidad de extenderlo, y algunos asistentes pidieron que se proyecten películas para niños, variante que también está en estudio.

«Las películas son sólo una excusa, porque algunas ya las vimos todos y también se pueden ver en casa. Lo importante es juntarnos y compartirlas aquí, en una esquina de nuestro barrio», completa Virginia Coronel, del Centro Azucena Villaflor.

El lunes pasado, el intendente Ferraresi convocó a los centros culturales y les entregó un subsidio para adquirir un proyector y una pantalla gigante, para esta y otras actividades similares que lo requieran.

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