Si nuestro querido gordo barbudo recibiera la cartita de un niño que vive en Villa Domínico y escribiera “Calle Agüero bis, Villa Domínico, Avellaneda” en el buscador virtual Google Maps este le respondería: “No se ha podido encontrar Calle Agüero bis, Villa Domínico, Avellaneda. Comprueba que la búsqueda esté bien escrita. Prueba a añadir una ciudad, un estado o un código postal”. Ante esa respuesta, el gordo podría considerar que esa calle no existe. Pero si confiara más en ese niño que en el buscador, hallaría que el Jardín de infantes municipal n°30 figura con la dirección Agüero bis e. Pierres y Posadas s/n.
Pronto descubriría que la Avenida Agüero cambió de nombre:hoy se denomina Avenida Crisólogo Larralde y sí figura en el Google Maps. Ante la sospecha de que pudiera haber ocurrido lo mismo con Agüero bis, una nueva búsquedale revelaría que pasó a llamarse Evaristo Carriego.
Enseguida podría dar con http://ar.geoview.info/evaristo_carriego,161784383w y ver allí una foto satelital en la que hay trazada una línea roja que corre desde la calle Centenario Uruguayo hasta Gral. Pico, paralela a Crisólogo Larralde. Una pequeña emoción podría agudizar sus sentidos y hacerle notar la frase que se halla al pie de la foto: “Evaristo Carriego is next to Villa Barilari and is located in Buenos Aires, Argentina. Evaristo Carriego has a length of 0.11 kilometers. But it is splittet in separate ways: 1 2”.
Si supiera inglés, cosa que se descarta porque lee cartitas de todo el mundo,y además fuera sagaz, descubriría que el puntero de su mouse cambia de “flecha” a “manito” al pasar por sobre esos números“1 2”al final de la frase. Al hacer click sobre el 1, verá otra foto satelital con otra línea roja trazada encima, que representa a Evaristo Carriego pero esta vez, corriendo desde la calle Pierres hasta la calle Oyuela, siempre paralela a Larralde.
Ahora sí podría volver al Google Maps, sabiendo que ese niño existe, su cartita es realy escribir esperanzado: “Calle Evaristo Carriego, Villa Domínico, Avellaneda” en el buscador. Sin embargo, y ante su sorpresa, el empecinado sistema virtual pondría su marcador sobre una librería en la calle Belgrano entre Mitre y Pellegrini, Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Y vaya a saber porqué misterioso ensañamiento al repetir la operación, mostraría una nueva leyenda: “No se ha podido encontrar Calle Evaristo Carriego, Villa Domínico, Avellaneda. Comprueba que la búsqueda esté bien escrita. Prueba a añadir una ciudad, un estado o un código postal”.
Durante la segunda presidencia de Juan Perón se construyó en Villa Domínico el barrio obrero 11 de noviembre: 185 chalecitos de teja a dos aguas entre las calles Centenario Uruguayo, Agüero, Oyuela y Lucena.A la primera calle paralela a la avenida Agüero, separada de esta por una plaza, que corre desde Oyuela a Pierres y luego desde Pico a Centenario se la denominóAgüero bis.
Los integrantes de la sala de comisiones del 20 de junio de 1986 del Honorable Concejo Deliberante de Avellaneda propusieron cambiar el nombre a varias calles del barrio Villa Avellaneda (como lo renombró la “revolución libertadora”). El 18 de junio de 1987, bajo la intendencia de Luis Raúl Sagol la ordenanza municipal 7918 deeste organismoaprobó la modificación yAgüero bis pasó a llamarse Evaristo Carriego.
Quizá a nuestro hombre de rojo le agrade que Agüero bis pasara a llamarse Evaristo Carriego: la calle lograba una identidad propia y ya no era el bis de otra. Además, portaba el nombre de un poeta maldito con simpatías anarquistas y reminiscencias tangueras del que se ocupo J. L. Borges. Pero seguiría sin entender porqué no aparece en el buscador ni figura en el mapa de Google.
Después de 35 años volví al barrio al que Papa Noel nunca faltó y siempre llegó con su regalo. Busqué Evaristo Carriego en alguna esquina de la hoy asfaltada calle en que nací. Pero el nomenclador, pintado de azul sobre la pared de la esquina con Oyuela no dice nada y tiene la altura de la avenida Larralde (4600-4500)a pesar de que cada chalet ostenta su propio número al mejor estilo de las actuales urbanizaciones tipo country o barrio privado.
Encontré a mis viejos vecinos y me contaron que en las tres generaciones que viven en un mismo domicilio la dirección es distinta en sus documentos nacionales de identidad. Catalina vive en la casa Nº 1 desde 1952 cuando el barrio fue inaugurado y la calle se llamaba Agüero bis.Es italiana y obtuvo su documento argentino en 1996. El domicilio que figura allí es Oyuela y Carriego casa 1. Su hijo Roberto, que vive en el mismo domicilio, tiene en su DNI la dirección Oyuela y Agüero, y en el documento de su hijo Matías, figura Oyuela y Larralde. Cuando Catalina renovó el DNI según el nuevo formato de 2014, su domicilio pasó a ser: C. Larralde y Oyuela s/n barrio Villa Avellaneda.
Los servicios también llegan con direcciones distintas a la casa de Catalina. El teléfono es enviado a Carriego s/n unidad 1. En la factura del agua figura Oyuela 1 y en el municipal de ABL: Agüero y Oyuela. Solo los viejos carteros saben exactamente donde dejar la correspondencia.
Sobre esa calle vivieron mis abuelos y mis padres. Hice asadoscon mis amigos de la infancia. Sobre esa calle se pasearonllamas, elefantes y leones, payasos y trapecistas de los circos que se instalaban sobre la plaza.Circularon los camiones que cargaban con la “vuelta al mundo” y los demás juegos de los parques de diversiones itinerantes que reunían a todos los chicos del barrio. Desde esa calle se escucharon las explosiones del intento de toma por parte del ERP del Batallón Depósito de Arsenales 601 Domingo Viejobueno y en 1975, frente a la casa N°3, se estacionó el Ford Fairlane que condujo a la presidenta de la nación Isabel Martínez de Perón después de aterrizar en helicóptero sobre la plaza, y con motivo de la inauguración de los monoblocs del Fonavi.
Esa calle es parte de una realidad social y quiénes construyeron esa realidad en el tiempo. Su nombre también es parte de la identidad de cada sujeto social que la pisó de tierra y la pisa de asfalto hoy. Cada vecino podría escribir una pedacito de la historia de esa calle.
El nombre de una calle puede ser el puntapié inicial para que una comunidad rescate, reafirme y continúe con el proceso de construcción de su identidad. O simplemente el motivo para creer que Papá Noel no se perderá y podráseguir cumpliendo el deseo de todoslos niños de Villa Domínico.
Flavio Bentosela
flaviobentosela@gmail.com
