Mons. Frassia destacó la sencillez, austeridad y sacrificio de San Juan María Vianney

El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, presidió las fiestas patronales en la parroquia San Juan María Vianney, el templo de Monte Chingolo dedicado al patrono de los párrocos, en la que impartió el sacramento de la Confirmación a jóvenes y adolescentes de la zona.

(AICA) El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, presidió las fiestas patronales en la parroquia San Juan María Vianney, el templo de Monte Chingolo dedicado al patrono de los párrocos, en la que impartió el sacramento de la Confirmación a jóvenes y adolescentes de la zona.

 

“Vivir las fiestas patronales de una parroquia como ésta conmueve y compromete a todos los fieles; las capillas, el barrio, la historia, muchas cosas, porque mucha agua corrió bajo el puente. Por eso, ponernos de fiesta, reconocer a Dios en la santidad de los hombres, en especial de este hombre sacerdote -San Juan María Vianney- que hizo lo que tenía que hacer y lo vivió entrañablemente, en la sencillez, en la oración, en la austeridad y en el sacrificio, que cambió un largo trecho de la historia y su influencia nos sigue llegando hoy, a pesar de tanta distancia en el tiempo”, destacó.

 

El prelado definió al sacramento de la Confirmación como “el beso del Espíritu Santo en el alma de ustedes. Y como es tan importante será dado una sola vez en la vida, como el bautismo. Tanto uno como otro sacramento se dan una vez para siempre, no se los pueden borrar jamás” y sostuvo: “La bendición de Dios no se la pueden quitar jamás. Por eso la Confirmación no la pueden borrar jamás”.

 

En otro momento de la homilía, el obispo recordó que “el Santo Cura, cuando fue por primera vez a Ars, le pidió a un niño que le enseñe el camino a la ciudad a lo que el niño dijo: ‘Sí, voy a enseñarte ese camino’, y el santo dijo: ‘tú me enseñas el camino para ir a Ars y yo te enseño el camino para ir al cielo’”.

 

“Ustedes, que reciben la Confirmación, no es para sentirse simplemente bien sino que es para transmitirlo a los demás, para ser un buen cristiano, ¡no se escondan!, ¡no tengan vergüenza!, ¡no lo pasen así nomás! ¡No! Tienen el gusto de ser cristianos, de ser católicos, hijos de Dios e hijos de la Iglesia y de la Virgen. ¡Tengan el gusto y llévenlo a los demás! ¡Que se note que pasó algo, que se note que están confirmados, que se note que están contentos, que han recibido la bendición de Dios!”, les pidió a los confirmandos.

 

Por último, monseñor Frassia dijo que cuando confirma le pide a Dios que los que reciben este sacramento den “frutos para la Iglesia, para la familia, para la comunidad, para las capillas, para las parroquias, para la sociedad y para nuestro país” y rogó a la Virgen que interceda y a San Juan María Vianney que “los proteja siempre”.+

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