El sábado 27, Monseñor Ruben Oscar Frassia estuvo en el Barrio 4 de febrero, de la localidad de Wilde, para bendecir la piedra fundamental donde se construirá la ermita de la Virgen de Caacupé, cuya imagen se entronizará el venidero 8 de diciembre.

En un  breve mensaje a la comunidad allí reunida, el obispo dijo que «la Virgen nos acerca al misterio de Dios, nos reúne y nos enseña que somos familia, que somos Iglesia. En este Año de la Fe nos dice -con el Papa Benedicto- que el mundo tiene que re-descubrir a Jesucristo; ¡este mundo que está mal, que tiene violencia, que ya no respeta a nadie, necesita volver a descubrir sus raíces. Y la Iglesia también tiene que volver a descubrir a Jesucristo; la Iglesia no tiene luz propia porque el que tiene la luz es Jesucristo, Él es el sol y la Iglesia -como decían los antiguos padres- es como la luna, que refleja la intensidad de esa luz del sol. Cuando hablamos de Iglesia, hablamos del Pueblo de Dios y acá está representado ese pueblo en ustedes, los laicos; está el sacerdote, está el Obispo y especialmente está la Madre, en la advocación de Nuestra Señora de Caacupé y tenerla a ella, mirarla, honrarla, nos modifica, nos cambia. Y si alguna vez estamos débiles, cansados, tristes, enfermos o tristes pidámosle que nos consuele, nos anime y nos ayude.»

Luego, la imagen de la Virgen fue acompañada en procesión por las calles de Wilde hasta la Parroquia Inmaculada y San Maximiliano Maria Kolbe donde permanecerá hasta el día 8 de diciembre.