El encuentro, que se extenderá hasta el viernes, tendrá como escenario la Casa de Ejercicios El Cenáculo-La Montonera de Pilar y será presidido por monseñor José María Arancedo, titular de la Conferencia Episcopal Argentina.

En sus mensajes de Pascua, los obispos habían expresado que sus preocupaciones pastorales estaban centradas en que no se abandone la lucha contra la corrupción; fuera de la pobreza, el narcotráfico y los “enfrentamientos que dividen a los argentinos”.

A este panorama de preocupaciones se suman las cifras difundidas días atrás por el Observatorio de la Deuda Social argentina de la UCA, que precisó que, en los tres primeros meses del año, la pobreza se incrementó en 1,4 millones de personas, en tanto que otras 350.000 ingresaron a la indigencia.

El Episcopado viene preparando desde hace tiempo un mensaje al pueblo argentino con motivo del Bicentenario de la Independencia, que se celebrará en julio.

“No se quiere que el mensaje quede atado a la coyuntura sino que sea un documento programático de la Iglesia a nivel social para los próximos años”, dijeron a Télam fuentes eclesiásticas, respecto del borrador en el que viene trabajando la jerarquía eclesiástica.

Una cuestión de debate entre los prelados es si se debe esperar un “tiempo prudencial” para hacer referencia a la situación socio-política actual, a cuatro meses del inicio de la gestión de Mauricio Macri, o salir ya en los próximos días con alguna declaración.

“La palabra de la Iglesia siempre es desde una postura constructiva. Queremos aportar para el bien común de la sociedad con una palabra de esperanza, compromiso y trabajo en un clima positivo”, dijeron a Télam desde un sector que aboga por la prudencia.

Entre las opiniones que se conocieron estos días -en medio de una ola de procesos judiciales y detenciones-, el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, dijo que “la justicia lenta no es justicia” y la “corrupción si no tiene sanción y queda impune, prepara nuevos delitos”, ante lo cual exhortó a “recuperar la justicia” y pidió a los magistrados: “Jueces, no nos roben la justicia”.

A tono con el Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco, y la necesidad de volver la mirada hacia los más olvidados de la sociedad, los obispos dedicarán la mañana del miércoles a visitar cárceles, centros de recuperación de adictos, hogares de ancianos, de discapacitados y para indigentes; un gesto con el que buscarán testimoniar la importancia de “ser una Iglesia en salida, signo de cercanía y comunión con los que más sufren”.

El temario para la semana próxima incluye también la organización del Congreso Eucarístico -que congregará a miles de peregrinos en Tucumán-, una presentación sobre el estado de las diferentes causas de beatificación y canonización y una reflexión sobre la exhortación apostólica “Amoris laetitia” dada a conocer por el papa Francisco este viernes, que plantea abrir las puertas de las Iglesia a los divorciados vueltos a casar y sostiene la necesidad de la educación sexual, entre otras cuestiones.