Del acto oficial también participaron la subsecretaria de Políticas de género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Lucía Portos; los funcionarios bonaerenses Guillermo Rabinovich, subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones, y Luciano Blanco, director provincial de Defensa de las y los consumidores.Además, estuvo presente el empresario textil Marco Meloni, las referentes del activismo gordx Mercedes Estruch, Lux Moreno, Laura Contrera, Manuela Schuppisser y Agustina Cabaleiro, y la candidata a diputada nacional e impulsora de la Ley de Talles, Marcela Passo.
“En esta dinámica que se encontró, con esta inversión enorme que ha hecho el Estado nacional para poder tener esta cámara, además de garantizar que vamos a tener una tabla de talles autóctona que represente a los cuerpos de las y los argentinos, garantizamos el derecho a la confidencialidad, a no ser revictimizades, a no pasar un mal momento con la privacidad. Nos parece central agradecer a un Estado que piensa en las personas desde ese lugar”, afirmó Portos, y agregó: “Este es un paso absolutamente descolonizador, y ahí es cuando hay que reivindicarlo políticamente”.
Referentes de la industria textil y de indumentaria, activismo por el respeto a la diversidad de los cuerpos y el acceso a una oferta inclusiva de prendas destacaron la importancia de este relevamiento e instaron a la población a participar.
Sami Alonso, coordinadora de Any Body Argentina, dijo: “Para nosotros, la Ley de Talles fue un recorrido histórico y empezamos por entender cuál era la problemática acá en nuestro país, y para eso hicimos un instrumento empírico, que fue nuestra encuesta nacional de talles, que expuso que siete de cada diez personas tienen problemas para encontrar talle”.
Por su parte, Mercedes Estruch, activista de Any Body, puntualizó: “Estoy muy agradecida por el compromiso que está teniendo el Estado nacional con esta causa. La ley de talles es una ventana para visibilizar problemáticas mucho más profundas. Creo que va en ese camino, el de entender que hay muchos derechos siendo vulnerados por no tener los cuerpos de los estándares de belleza nos impone”.
“Me encantaría que vestir sea realmente un derecho”, dijo Anabella, creadora de la marca Montmartre, expresión de deseo compartida por distintos emprendedores y emprendedoras del rubro de la indumentaria, que realizan prendas con el objetivo de incluir a través de sus diseños.
“Es súper importante que la gente se acerque, primero, para terminar con el talle único que es absolutamente discriminatorio y, segundo, para poder contar con la información de antemano y finalmente poder decir ‘éste es mi talle’”, valoró Roberta, emprendedora de la marca Odette Underwear.