El primer intendente y creador de Barracas al Sud, cuando aún estas tierras no se denominaban Avellaneda fue Martín de la Serna, un personaje multifacético que había nacido en Uruguay en el año 1804, fue político, militar, también juez de paz, padre de una numerosa prole y bisabuelo de Ernesto Guevara de la Serna, mas conocido como el CHE.

La carrera castrense no la abrazó de manera profesional, se hizo militar en el campo de batalla, luchando contra un régimen que entendía como injusto políticamente, como inequitativo en lo económico y como arbitrario en la manera en que disponía la organización territorial del Estado. Era el gobierno de Rosas, al que combatió, contra el que cayó prisionero y el que estuvo a punto fusilarlo.

Pero ese régimen estaba determinado a fenecer, y así fue, sucedió el 3 de febrero de 1852 cuando Rosas fue definitivamente derrotado en la batalla de Caseros.

Unos días después de aquella batalla, de la Serna asumió como Juez de Paz del Partido de Quilmes (Quilmes, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Lanús y Avellaneda) y una de sus primeras medidas fue solicitar la creación de un nuevo partido, lo hizo en nota elevada al ministro de gobierno doctor Valentín Alsina en estos términos:

«Viva la Confederación Argentina!»
Puente de Barracas marzo 19 de marzo de 1852:
Señor Ministro Secretario del Estado en el Departamento de Gobierno, Doctor Valentín Alsina.

Las razones que manifesté a V. S. en mi nota del 9 del corriente, siendo de opinión que este juzgado sea dividido en dos, creo que V. S. habrá tenido tiempo de examinarlas, tomándome la libertad de decir a V. S. que son de la aprobación de este vecindario. Con la división de este Juzgado, mejora los dos puntos indicados:

Puente de Barracas y Quilmes, separados naturalmente por la cañada de Gaete (Gaytán), comprendiendo elprimero los Cuarteles 1, 2 y 3 y el segundo de los Cuarteles 4, 5 y 6.

Cada Juez de Paz fomentará su pueblo, haciendo útiles mejoras. La Administración de Justicia, desde que las distancias sean más cortos, obrará con más actividad y los criminales serán perseguidos con más rapidez. El servicio de las armas y cuantas otras cosas de interés ocurran, tendrán puntual cumplimiento, y sobre todo el juez sin fatigarse tanto en tan largas jornadas, hará más de lo que puede hacer hoy. Quedo con la esperanza señor Ministro de que V. S. apoyará esta medida anteS. E. el señor Gobernador Provisorio.
Dios guarde a V. S.
Martín de la Serna (1)

Pocos días después, el Gobernador de Buenos Aires, doctor Vicente López y Planes, conjuntamente con su Ministro de Gobierno, doctor Valentín Alsina, crearon el Partido de Barracas alSud, el 7 de abril de 1852, mediante el siguiente decreto:

«(…) En la nota del Juez de Paz de Quilmes del 19 de marzo en que pide dividirla en dos aquel Partido, el Gobierno ha resuelto en esta fecha lo siguiente:
«Atento lo pedido por el Juez de Paz de Quilmes, como útil y deseado por el vecindario de aquel Partido, y lo expuesto en su apoyo por el Jefe de Policía queda dividido el mencionado Partido en dos, que se compondrá el uno, que se denominará Partido de «Barracas al Sud»; y el otro que conservará la denominación de «Partido de Quilmes».Y comuníquese esta resolución al Juez de Paz actual para su inteligencia y para que exprese cuál de los dos Partidos, quiere seguir presidiendo a fin de poder nombrar prontamente el Juez de Paz que deba presidir el otro.» (2)

Bibliografía:
1. Torassa Antonio. El partido de Avellaneda 1580-1890. Ed Taller de impresiones oficiales 1940. Pág 64

2. Delledonne de Traverso Otilia. Ensayo histórico del partido de Avellaneda . Ed Aries 1995. Pág 52

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Curiosidad:
El 11 de noviembre es según el santoral cristiano el día de San Martin de Tours, el santo de todos los Martin, (incluido de la Serna), un 11 de noviembre contrajo casamiento, un 11 de noviembre nació su segunda hija y otro 11 de noviembre fue tomado prisionero en aquel acontecimiento en el que estuvo a punto de perder la vida.

No fue fusilado por que fue permutado por un prisionero rosista en poder de los unitarios y su fianza fue abonada por el Ministro inglés Mandeville…

En esa oportunidad en la que Martín de la Serna combatió contra Rosas junto a Juan Lavalle, quien si caería víctima del pelotón de fusilamiento sería Pedro Castelli (hijo del vocal de la primera Junta)

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El Juez de Paz del Partido de Quilmes, Don Martín de la Serna, solicita la creación de un nuevo partido dentro de los límites del que el gobierna, a tal efecto envía misiva al gobernador de Buenos Aires, quien responde positivamente al requerimiento con carta fechada el 19 de marzo de 1852.

Dicho documento posibilita a de la Serna elegir a cual de los dos Partidos quiere gobernar, una semana después manifiesta su deseo de presidir el de reciente creación, transformándose de ésta manera en la primera autoridad política de Barracas al Sud. 1

A los pocos días de asumir de la Serna y gracias a una herencia que cobró su esposa, Rafaela Fonredona, adquirió a María Solveyra en 9.000 pesos, un terreno en «la calle principal del Puente de Barracas al Sud», entre las actuales Avenida Mitre, French y Marconi (terreno de 45m X 131 m desde Mitre 626 hasta la esquina con French y desde aquí hasta la esquina de Marconi y desde esta, hasta Marconi 627). Allí edifico una casilla de madera, algunos ranchos y una caballeriza.

Resulta interesante develar cual o cuales han sido las verdaderas razones para la creación del Partido y sobre ese punto son sumamente certeras las apreciaciones realizadas por algunos historiadores locales. En las mismas existe cierta coincidencia en entender que fueron razones de control policial-ideológico las que primaron para tal decisión, en un contexto temporalmente reciente a Caseros y en un espacioaúna fin al Restaurador.

El rechazo a las autoridades constituidas quedaría más que evidenciado tiempo después, en la fallida sublevación del Gral. Hilario Lagos de la que participaría el fielrosista Ciriaco Cuitiño. 2

Al respecto afirmó el actual diputado provincial y vecino de Avellaneda Hernán Doval:

«La causa de la creación del Partido de Barracas al Sud fue la necesidad de un control político-social en una zona adversa al nuevo régimen.» 3
El clásico referente de la historia local, Federico FernándezLarrain expresó sobre el tema:
«La formación del nuevo Juzgado, sobre el Riachuelo de Barracas, puerto para el comercio saladeril en primer término y de los frutos del país, una exportación tradicional

y la fuente de los principales ingresos de la Provincia, no sólo suponía un mejor control de la percepción de impuestos, sino el establecer una estricta vigilancia policial contra el abigeato, robo de cueros y elaboración clandestina de tasajo, cuyo control se hacía difícil por parte del Juez de Paz de Quilmes»

Unos años después, luego de haber sido sancionada la Ley de Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires, de la Serna es nombrado el 5 de enero de 1856 como Presidente Municipal, lo que lo convierte en la primera persona en ostentar dicho cargo en el Partido.

El 4 de mayo de 1925 se lo recuerda bautizando a una calle del distrito con su nombre, la misma se encuentra en el límite entre las localidades de Piñeyro y Gerli, naciendo en la avenida Hipólito Yrigoyen al 1700.

Con el mismo objeto, en octubre de 1979 se inauguró en la intersección de la arteria que lleva su nombre y la calleMariano Acosta una Plaza en la que puede observarse una imagen esculpida en madera de nuestra primer autoridad política.

Bibliografía:
1. A cargo del Juzgado de Paz del partido de Quilmes asume el vecino don Andrés Baranda.

2. Ciriaco Cuitiño, miembro de la mazorca y fiel rosista se había desempeñado como alcalde de Quilmes (y por lo tanto de Avellaneda). Por su sublevación pro rosista fue fusilado el 28 de diciembre de 1852. Cuando un coronel le preguntó por su último deseo, Ciriaco le dijo con toda serenidad: -Denme una aguja e hilo. Elementos que utilizó para coserse tranquilamente el pantalón a la camisa, lo que explicó: «Como después de fusilados nos van a colgar, no quiero que a un federal ni muerto se le caigan los pantalones.»

3. Doval Hernán. No te hagas historia. Ed del RHAJ. Avellaneda 2007. Pág 65

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