Lanús: clausuraron tres fiestas clandestinas

Personal municipal llevó adelante la interrupción de eventos privados por falta de cumplimiento de normas vigentes y de convivencia, como así también de la ley provincial referida a la venta de alcohol a menores de edad.

El Municipio de Lanús, a través del área de Habilitación Comercial de la Secretaría de Gobierno llevó a cabo distintos operativos en los que procedió a la clausura de tres fiestas clandestinas a lo largo de los últimos días. Las mismas se desarrollaron en los clubes Sarmiento, la Sociedad de Fomento Espínola y Unión Vecinal 29 de Septiembre. En todos los casos, estos encuentros violaron las ordenanzas municipales 9164-00 (sobre las condiciones de seguridad necesarias para este tipo de eventos) y la 1055-05 (sobre la venta de alcohol a menores).

«Desde el Municipio de Lanús realizamos recorridas en forma permanente para detectar este tipo de actividades que muchas veces son denunciadas por los vecinos», destacó Alejandro Galoppo, Director de Habilitación Comercial de la comuna; quien además aseguró que: «la mayor preocupación es la seguridad de los adolescentes, ya que éstos al no poder ingresar a boliches bailables por no tener la edad suficiente, concurren a este tipo de fiestas en las que se les vende alcohol en forma ilegal».

En todos los casos en primer término, se procedió a la inspección del espacio que suelen transgredir las normas mínimas de seguridad requeridas para este tipo de actividad, luego al decomiso de bebidas alcohólicas y por último a la clausura del lugar.

Cabe mencionar que quienes organizan este tipo de eventos, suelen vender entradas anticipadas y realizar la publicidad mediante redes sociales o teléfonos celulares, de modo que se recomienda estar atento a esta tipo de encuentros y su manera de difundirlos. En este marco, varios dirigentes de clubes se acercaron al municipio para informar sobre la realización de fiestas, la cantidad de personas que concurrirán y la actividad que se desarrollará, hecho que facilita el trabajo preventivo, el cumplimiento de las normas de seguridad mediante el permiso para realizar el encuentro bajo esa condición, la inspección del lugar para corroborar el desarrollo tal como se había pautado, y evitando entre otras cosas, la venta de alcohol a menores

«Si bien este trabajo es constante, logrando dar fin al desarrollo de muchas de estas actividades, es importante destacar que para que dejen de existir definitivamente, necesitamos la colaboración de los padres, quienes deben saber adónde concurren sus hijos. Este tipo de fiestas conocidas como «clandestinas» son una trampa por cuestiones de seguridad y por la venta de alcohol en forma ilegal. Por eso siempre pedimos que quien sepa, las denuncie»; destacó por último Galoppo.

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