La Virgen nos trae la misericordia del Padre, recordó Mons. Frassia a los niños de su diócesis

Miles de personas se congregaron el sábado 7 de mayo en el estadio del club El Porvenir, en Gerli, para asistir al tradicional encuentro de niños de la diócesis de Avellaneda-Lanús y participar de la misa concelebrada por varios sacerdotes y presidida por el obispo diocesano, monseñor Rubén Frassia.

Miles de personas se congregaron el sábado 7 de mayo en el estadio del club El Porvenir, en Gerli, para asistir al tradicional encuentro de niños de la diócesis de Avellaneda-Lanús y participar de la misa concelebrada por varios sacerdotes y presidida por el obispo diocesano, monseñor Rubén Frassia.

 

En un clima de alegría, con cantos, juegos y animación por parte de voluntarios, monseñor Frassia comenzó agradeciendo a Dios por el esfuerzo de aquellos que tomaron la decisión de venir y añadió: ¡Es muy bueno que nos reunamos para agradecer a Dios! ¡Es muy bueno que nos reunamos para pensar y darnos cuenta que Dios es rico en misericordia, que nos ama entrañablemente y que no nos deja solos! ¡Dios, rico en misericordia, nos ama y nos da su ternura, su amistad y su corazón!, subrayó el prelado.

 

El obispo recordó en su homilía que “Dios, rico en misericordia, nos mandó a su propio Hijo, Jesús, que hizo lo que el Padre le pidió y murió en la cruz para darnos la misericordia de Dios, el amor de Dios” y explicó monseñor Frassia que “Cristo crucificado y resucitado nos sacó dos pesos tremendos que pesan sobre la humanidad. El peso del pecado, de la esclavitud; y nos quita el peso de la muerte. Este Jesús, rico en misericordia, viene a darnos el amor del Padre, el amor del propio Jesús”.

 

El obispo indicó a los chicos y a sus padres que “a veces oímos pero no escuchamos; a veces estamos distraídos, miramos para otro lado. Por eso Jesús nos manda, con el Padre, al Espíritu Santo para que nos enseñe y recuerde lo que tenemos que vivir y guardar en nuestro corazón, lo que tenemos que hacer en este mundo, en esta Iglesia, en esta diócesis: recordar y aprender a amar como Dios nos ama, amarnos y cuidarnos los unos con los otros. ¡Esa es la misión que tenemos!”

 

Asimismo señaló el prelado que “Jesús nos regala a su Madre que es nuestra Madre, la Virgen, la Madre de Dios” y explicó que “Ella, como Madre que es, nos trae la misericordia de su Hijo para que todos los chicos, todos los grandes, todos los importantes, todos los pecadores, todos nosotros, nos podamos salvar y vivir dignamente, como personas buenas, como cristianos convencidos de lo que pensamos, creemos y comunicamos.”

Más adelante monseñor Frassia alentó a los niños y a sus padres a prepararse para la misión que tienen: “leer la Palabra de Dios, rezar, y que los grandes -papá, mamá, catequista, sacerdote- tendrán que acompañarlos y ayudarlos a conocer más a Jesús”, ya que explicó el obispo “cuando uno conoce a Jesús se hace más humano. Cuando uno conoce y ama a Jesús puede amar a los demás. Pero si no conoce y no ama a Jesús poco amor tendrá a los hermanos”

“La Virgen nos trae la misericordia de Jesús, la misericordia de Dios –concluyó el monseñor Frassia- y añadió “cada uno tiene una tarea: así como Dios tuvo misericordia contigo tú tienes que tener misericordia con tu hermano porque no puedes merecer la misericordia de Dios si no tienes misericordia con tu hermano”.

Finalmente subrayó “recuerden que no están solos, Dios está, Jesús está, la Virgen está; que su familia también esté y que la Iglesia, representada en nosotros, también estemos y hagamos más creíble el Evangelio”.+

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