La UNLa inaugura un edificio de 12 aulas

La flamante estructura de casi 900 metros cuadrados se llamará Macedonio Fernández, en honor al reconocido escritor argentino. La cita será este lunes a las 18, en el campus académico de la Universidad.

En función de acompañar su crecimiento de matrícula estudiantil con la consecuente necesidad de incrementar su estructura edilicia, la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) inaugurará un nuevo edificio de aulas en su campus académico de 29 de septiembre 3901, en Remedios de Escalada, Lanús. El acto será este lunes -11 de marzo-, a las 18.

Continuando con la tradición de UNLa de bautizar a sus espacios con nombres de grandes pensadores y personalidades nacionales, el nuevo edificio se llamará Macedonio Fernández, en honor al destacado escritor.

El flamante espacio cuenta con un total de 883 metros cuadrados y posee 12 aulas en total.

Macedonio Fernández

Macedonio Fernández (Buenos Aires, 1 de junio 1874 – 10 de febrero de 1952) perteneció, cronológicamente, a la generación modernista de Leopoldo Lugones, pero su proyecto artístico original y excéntrico lo convirtió en un faro de las vanguardias rioplatenses y en un fundador de distintos linajes textuales de la literatura latinoamericana. Su proyección intelectual se ha visto acrecentada en la medida en que se ha ido publicando la inmensa cantidad de textos que quedaron inéditos. Se han publicado, hasta el momento, nueve tomos, en el marco de las Obras Completas editadas por Corregidor. El inteligente y arduo trabajo de ordenamiento, desciframiento de manuscritos y salvataje de documentos estuvo a cargo de su hijo Adolfo de Obieta, quien tuvo la sagacidad y la vocación de rescatar este legado tan valioso.

El tardío conocimiento de su silencioso trabajo ha contribuido a la configuración de una imagen ya legendaria y entrañable en la tradición de nuestras letras: Macedonio el gran conversador y agudo humorista. Los testimonios de quienes compartieron su mesa de café, la tertulia literaria o su pieza de pensión, todos conspicuos escritores, músicos, intelectuales, etcétera, dieron convergentes versiones de su diálogo inteligente, creativo, estimulante y de brillante humor.

Dice su íntimo amigo, Raúl Scalabrini Ortiz: “Es suave y cauto para hablar. No prodiga sus palabras. Escucha en silencio, pero si su interlocutor se desvía del recto camino, Macedonio le orienta con interrogaciones socráticas, articuladas negligentemente. Destruye las vehemencias sin atacarlas, oponiéndoles un concesivo ¿le parece? que es una invitación a reflexionar”.

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