La capacidad de compra del combustible se redujo hasta un 25% desde 2015

Según detalla un reciente estudio del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, el poder adquisitivo continúa en baja, ya que la capacidad de compra del combustible se redujo hasta un 25% desde hace dos años y medio.

 

El estudio universitario exhibe que con un salario mínimo se podían adquirir 381 litros a fines de 2015, mientras que en el presente se compran sólo 283 litros (-25,7%).

“El precio del combustible en la Argentina continúa aumentando por encima de la inflación general a partir de diferentes medidas que ha tomado el Ejecutivo que sirvieron para desregular los precios internos y anexar la evolución del valor del combustible a los precios de referencia de mercados externos”, explica el informe universitario ligado a la Carrera de Economía de la UNDAV, que dirige Santiago Fraschina.

El último aumento del combustible se registró el 19 de agosto cuando YPF, la petrolera estatal, aumentó un 1% las naftas, y consagró así la segunda suba en apenas dos semana, y la décima del año en este rubro.

“La inflación e inestabilidad cambiaria fueron los rasgos más notorios de los últimos años. El modelo de liberalización tarifaria y flotación del tipo de cambio, las causas de la volatilidad”, remarca la infografía.

En un marco regional, Argentina es el segundo país con mayor costo de los combustibles a consumidor final (U$S 1,23) con naftas por encima de Chile, Brasil, Perú, Paraguay, Colombia, Bolivia, Ecuador y Venezuela, sólo superado por Uruguay.

Comparando valores promedio en dólares, el precio en Argentina está por encima de África, Asia y América, y sólo por debajo de la región europea.

Puertas adentro, entre las consecuencias de un modelo de liberalización tarifaria y flotación del tipo de cambio, el aumento de combustible ya supera en 24 puntos a la inflación acumulada en los últimos dos años y medio.

“Lo que ocurre con los combustibles es un verdadero problema para la economía del país, ya que es un bien muy inelástico, y la suba de precios no se resuelve con un sustituto generalizado: al tratarse de un insumo estratégico, la suba de las naftas y el gasoil repercute en toda la cadena productiva”, explica el informe de la UNDAV.

Y remarca luego: “La eliminación de los subsidios reflejó la apuesta por los mecanismos de mercado para la determinación de los diferentes precios de la economía y es ilusorio pensar un esquema tarifario determinado por la oferta y la demanda, sin una convergencia alcista en los precios”.

De manera desagregada, el Gasoil subió 118%, la Nafta Súper 126%, el Euro 129% y la Nafta Premium 141%. En todos los casos, por encima de la suba media de precios del período, que se posiciona en torno a 116%.

No obstante, ‪el fenómeno inflacionario no es el único efecto negativo del modelo de explotación actual del mercado de hidrocarburos: a pesar de la desregulación del mercado, la producción de petróleo disminuyó casi 9% desde 2016 respecto al período anterior.‬

De esta manera, todas las provincias, menos Tierra del Fuego, vieron menguado su volumen de producción.

De cara al futuro, y a pesar de las fuertes subas actuales, el informe de la UNDAV advierte que se espera que en septiembre vuelvan a dispararse los precios internos, en torno a un 10% promedio.

“Si el mercado cambiario no se estabiliza, será de esperar nuevas remontadas en el precio de este insumo clave, más allá de que, con la lógica actual del gobierno, todavía están con un importante atraso”, concluye el documento.

noticias relacionadas