La Biblioteca Juan Cruz Dunn publicó libros digitales que recorren la historia de zona sur

Está ubicada en la calle Boulevard de los Italianos 1575 de Villa Domínico.

Desde hace más de 60 años, la Biblioteca Popular Juan Cruz Dunn, ubicada en la ciudad de Villa Domínico,  centra su actividad en divulgar escritores independientes y en tener una función pedagógica que vincula al docente y el alumno. Ante los cambios tecnológicos y las formas de acceder a la información, a través de la editorial WGT Ediciones, acerca en formato digital 40 libros que hacen hincapié en la historia de distintas ciudades de la zona sur, para que los estudiantes no pierdan el vínculo con su barrio.

 

Revitalizar el libro

Por los avatares del movimiento social de los tiempos que corren, las instituciones sufren la desfondización que emanan de nuevas técnicas y conceptos, por un lado el flujo mediático, y por otro lado en lo que respecta al sistema educativo, en tiempos acelerados de información. Es por eso que la Biblioteca Popular Juan Cruz Dunn busca revitalizar el libro, detener ese ritmo continuo de información en la autopista mediática y contribuir con el docente en esa pedagogía que pretende hacer pensar y elaborar su propio concepto al alumnado.

 

 

Con el barrio, sus niños y jóvenes y sus establecimientos educativos como principal foco de atención, lo que busca Juan Cruz Dunn es, a través de los medios digitales que facilita WGT Ediciones, poner en línea escritores de ciudades como Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Berazategui y Quilmes. En los libros, que tienen entre 75 y 120 páginas cada uno, los autores expresan las cosas que le suceden en la cotidianeidad de sus barrios para transmitirle al lector la sensación de que estuvieran más cerca de la vivencia diaria.

 

 

“Si mencionamos la ‘Pedagogía del Aburrido’, de Cristina Corea, es para tener en cuenta su visión panorámica de la educación, donde la influencia de lo social, del consumismo y de las imágenes mediáticas tienen una actividad  nefasta en el aprendizaje y, como consecuencia  una falta total de arraigo y pertenencia, docentes y alumnos se encuentran enfrentados”, explicó a este diario el secretario de la biblioteca Juan Manuel Caro. “Al final del libro explica que no hay un enfrentamiento entre la tecnología y el libro de papel. Tenés que usar las nuevas herramientas y hacer que eso sea beneficioso para el alumnado. No te podés poner en contra, es una herramienta y hay que saber usarla”, agregó.

 

 

Los tiempos y las posibilidades son diferentes a lo que era en 1952, cuando se fundó este establecimiento, y sus autoridades buscan adaptarse a la actualidad y en eso cumple un rol fundamental dentro de la Comisión una corriente de jóvenes predispuestos a hacer crecer la biblioteca popular y potenciar los recursos. “La finalidad es acercar al alumnado un libro distinto y de una persona que habla de su barrio ya que ese vínculo con la pertenencia, la raíz, es lo más importante porque los chicos están perdiendo la pertenencia con su ciudad”, reflexionó Caro. “Que sepan que el lugar que están pisando tiene historia”, cerró.

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