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El estudio elaborado por el equipo de economistas de Economía UNDAV, basado en datos que se desprenden de la ANSES, el INDEC y el BCRA, remarca que “con la reforma de la fórmula de movilidad de diciembre de 2017, los jubilados se vieron fuertemente perjudicados y empezaron a enfrentar jubilaciones sensiblemente menores en términos de poder adquisitivo sin volver a recuperar niveles de poder de compra previos”.
Monetizando el deterioro en los haberes reales, se encuentran pérdidas significativas para los trabajadores pasivos, donde desde el año 2018 hasta junio del corriente, quienes cobran la mínima se estima que perderán $12.179 en relación a la inflación.
En este sentido, el documento de la Universidad Nacional de Avellaneda advierte que “el cambio en los parámetros de ajuste jubilatorio no repercute solamente sobre los haberes, también impacta en los ingresos de demás programas de transferencia como la AUH, asignaciones familiares y ciertas pensiones no contributivas”. |