Con un acto a realizarse este viernes en la calle Pedro de Mendoza de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Gobierno Nacional dejará oficialmente inauguradas las obras de remodelación del histórico Puente Nicolás Avellaneda, que une el barrio porteño de La Boca con la localidad de Dock Sud, Partido de Avellaneda.

Según informó la Dirección Nacional de Vialidad, el monto de inversión de los trabajos realizados, ascendió a 94 millones de pesos. Las obras incluyen los aspectos estructural y edilicio del puente, con la instalación de escaleras mecánicas y ascensores hidráulicos, y la puesta en marcha del transbordador.

Las obras consistieron «en la reparación y refuncionalización integral del puente, que a su vez contempló el mantenimiento durante la vigencia del contrato», informó Vialidad Nacional.

En tanto, el aspecto edilicio comprendió la instalación de escaleras mecánicas y de ascensores hidráulicos de última generación, que facilitarán la movilización de personas mayores o con capacidades diferentes, que permiten acceder a la pasarela superior.

El acto de inauguración de las obras contará con la presencia del ministro de Planificación Federal de la Nación, arquitecto Julio De Vido; la Ministra de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Cristina Alvarez Rodríguez y el administrador general de la Dirección Nacional de Vialidad, Nelson Periotti, entre otras autoridades nacionales y bonaerenses.

Un puente histórico

La construcción del puente se ordenó en 1908 para que uniera peatonal y vehicularmente al barrio de La Boca con la Isla Maciel, en Avellaneda. Estaba compuesto por una estructura de hierro, construido por partes en Inglaterra. Desde allí fue trasladado en barco y armado en Buenos Aires.

La obra fue inaugurada el 30 de Mayo de 1914, con el nombre de Puente Trasbordador Nicolás Avellaneda. Años más tarde, con las pinturas de Quinquela Martín, fue adquiriendo trascendencia a nivel mundial hasta convertirse en un emblema del paisaje urbano de La Boca.

En 1960 el puente fue desactivado y puesto en desuso. Y en 1994, tras haberse ordenado su desarme, los vecinos junto con legisladores porteños, impidieron su desaparición, reconociendo su importancia patrimonial y emblemática para el barrio.
Entre los siglos XIX y XX se construyeron en el mundo, 20 puentes similares en áreas portuarias. De los 20, sólo 8 quedan en pie. Uno de ellos es el Nicolás Avellaneda, único en toda América.

Existe una iniciativa para declarar el puente como Patrimonio Mundial de la UNESCO, aunque para ello era necesario que se encuentre en funcionamiento.