Inauguran la muestra Uturuncos

El viernes 21 de octubre a las 19 hs, se inaugurará la exposición “Uturuncos. Arte Público Avellaneda” en el Centro Cultural Mercado.

La exposición nos propone un recorrido a través del Proyecto muralista Uturuncos. Exhibiendo el registro fotográfico y audiovisual de los murales realizados en Avellaneda, sumado a toda la bocetería previa que muestra la construcción compositiva de sus trabajos.

 

El Proyecto Uturuncos está integrado por: Armando Yarleque Sandoval, Yamila Soledad Fransoy, Paula Edith Fernandez, Melisa Sofía Vallescura, Sergio Omar Cejas, Melina Chaldu, Magalí Araya Villalba, Pablo Aníbal  López, Pablo Heras, Giannina Abbondandolo.

 

Artistas invitados: Estudiantes y docentes de IMMA.

Curaduría y gestión cultural: Lucia Fariña.

 

Sobre Uturuncos

Uturuncos nace como una respuesta al estadio de excepción que generó en nuestras comunidades la pandemia. Un grupo de compañeras y compañeros nos propusimos recorrer diferentes espacios culturales de Avellaneda para recuperar el gesto de nuestra comunidad, y desde el muralismo y el arte público, aportar para reconstruir los lazos sociales que nos permitieran sacar las mejores cosas de estos grupos humanos. Con el transcurrir de las pintadas y las acciones culturales nos fuimos afianzando en una idea de mural de gran calidad estética, de participación social y organización comunitaria, cuestiones indispensables para poder recuperar el tejido social, tan debilitado luego de la epidemia y el macrismo. 

Mural tras mural se fueron sumando compañeros y todo esa construcción de comunidad junto al estado municipal, devino en el “Proyecto Uturuncos”: una política pública de nivel municipal que recorre Avellaneda y jerarquiza el trabajo del muralista. Así logramos institucionalizar el trabajo artístico cultural que veníamos realizando y potenciando nuevas y mejores posibilidades de desarrollo estético y técnico. 

Nuestro trabajo consiste en diagnosticar si la pared está en condiciones de poder ser pintada y que tipo de mural requiere. Luego identificar a los actores barriales o sus representantes y en conjunto ahondar en las ideas previas, símbolos o imágenes importantes para esa comunidad, construir ideas y bocetos con esas imágenes, símbolos y requerimientos, así determinar de qué manera nos vamos a organizar para trabajar, que paletas de colores, tipos de imágenes y metodologías de ejecución serán necesarias, para poder realizar un mural que pueda dialogar y representar a la comunidad que lo constituye.  

Proyecto Uturuncos está conformado por un grupo de muralistas profesionales oriundos, y vecinos de Avellaneda, que habita en nuestros barrios y desde esas vivencias recupera lo simbólico de los imaginarios colectivos. Buscamos con nuestro trabajo desarrollar estrategias que apuntan a construir comunidad, participación, afianzar vínculos, recuperar espacios y mostrar el desarrollo y alcance de diferentes políticas públicas. Transformar lugares anómicos en espacios públicos, acompañando la consagración de derechos sociales para nuestros vecinos y vecinas. Es nuestro deber y deseo lograr más y mejores murales, mejores experiencias, mayor nivel profesional, tanto así como el reconocimiento de nuestros pares, la trascendencia de nuestros trabajos y el gran abrazo de nuestra hermosa Ciudad de Avellaneda.

Uturuncos Murales

por Ignacio Soneira

 Los murales políticos insisten. Habiendo pasado más de un siglo desde que José Vasconcelos convocó a unos jóvenes Rivera, Orozco y Siqueiros para iniciar una pedagogía visual revolucionaria a través de las paredes públicas de México, podemos decir que el muralismo latinoamericano está más vivo que nunca. Y está vivo porque los artistas visuales siguen encontrando en la ocupación del espacio público, en la elaboración de imágenes, en el encuentro con el barrio, una vía para sostener las banderas de la liberación, las de la identidad, la Memoria, las de los proyectos emancipatorios de la región o para “hacer el mundo de vuelta”, como solía decir Rodolfo Kusch.

Pero no lo hacen porque consideren a las paredes como “la prensa del pueblo”, ese lugar lo han ocupado hace tiempo las redes sociales, sino porque siguen entendiendo a la calle y al muro como formas genuinas de articulación de lo público, como modos de construir comunidad. No se entiende el mural en ese sentido sin barrio, sin organización, sin comunidad que lo reciba, lo cuide, lo valore y lo resignifique. Producir un mural es también encontrarse, debatir, consensuar, enseñar y escuchar.

Tomar las calles por asalto y pintar es un hecho estético pero básicamente político, requiere actitud, convicción y poner el cuerpo. Pero claro, hay muchos tipos de murales “políticos”, están los que se implican con los barrios, los que acuerdan consignas y asumen posiciones y los que son contratados por gestiones de gobierno y empresas para “embellecer” o incluso espectacularizar fachadas de edificios, para los que se financia a productoras que manejan presupuestos que jamás se pusieron en el arte y la cultura, en cualquiera de sus formas. Por su lado, los artistas políticos, si bien se piensan como trabajadores de la cultura, saben que si no hay presupuesto se pinta igual, porque, como decía Carpani, referente del muralismo argentino: “el artista en América Latina debe ser ante todo un militante político” (1961). 

Uturuncos murales retoma el nombre de la primera experiencia de guerrilla revolucionaria argentina de inspiración peronista, que en 1959 realizó el asalto al destacamento policial de la localidad de Frías, Santiago del Estero. Pero su nombre a su vez proviene de una leyenda Kolla en donde la palabra Runa-uturungu designaba al hombre-puma. Las narraciones orales sostienen que en el período colonial el uturunco atacaba a los colonizadores españoles que explotaban a los pueblos originarios. A fines de los años 50, el grupo guerrillero Uturuncos buscaba combatir a “los colonizadores de las potencias imperiales”, mientras bregaba, en plena resistencia peronista, por el retorno de Juan Perón al país.

Uturuncos murales recupera la mística y la historia que acompaña su nombre. Una síntesis entre arte, peronismo y cultura andina que se articula, no sin conflicto, en el lenguaje mural de factura colectiva. Entre la fiesta y la lucha, entre las bellas artes y la comunicación barrial, entre la cultura popular y la de elite, entre el taller y la calle, entre la convicción y la esperanza; Uturuncos ocupa los muros, como una movilización que reclama y celebra, que grita y sonríe, que habita un espacio-tiempo histórico en el que urge creatividad y compromiso.

 

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