Inauguran la muestra “Monte Chingolo, una memoria sin borde”

Será este sábado 11 de junio en el Centro Municipal de Arte (CMA),  San Martin 797. La muestra fotográfica del fotógrafo y artista visual Yulian podrá visitarse de martes a sábados 10 a 20hs, hasta el 2 de julio.

 

Mesa que se encuentra en el centro de la sala con fotografías de archivo, tira de contactos, referencias, el libro Las Batallas de Monte Chingolo y un mapa que reconstruye el episodio de la masacre de MC.

 

Monte Chingolo, una memoria sin borde es una muestra fotográfica del fotógrafo y artista visual Yulian Martínez que aborda desde diversas perspectivas lo que fue el intento de copamiento al Batallón 601 de Monte Chingolo por parte del Ejército Revolucionario del Pueblo. Un 23 de diciembre de 1975, en dicha localidad y en sus alrededores, el grupo Guerrillero llevó a cabo la operación más grande y cruenta del periodo de los 70 cuando intentó sustraer varias toneladas de armamento del mayor depósito de arsenales del Ejército Argentino para continuar con la lucha revolucionaria.

En la sala verde del Centro Municipal de Arte de Avellaneda, dispuestas en paneles y vitrinas, se despliegan las imágenes de archivos fotográficos de aquella noche oscura, imágenes rescatadas de diversas instituciones y medios de comunicación nacionales. En las mismas se observan las barricadas utilizadas por miembros del ERP y los recordados “puestos de pan dulce” para generar contenciones a los refuerzos policiales y militares, como así también la exhibición de revistas de la época y un ejemplar del diario Última Hora que anuncia “100 muertos en ataque subversivo a unidad del Ejército”. En diálogo directo se encuentran los retratos producidos por el autor de vecinos y vecinas, ex Conscriptos del Batallón y Guerrilleros que participaron del combate junto a sus testimonios – incluso del fotógrafo Eduardo Núñez que aquella noche, bajo fuego, tuvo que cubrir el enfrentamiento – para conocer con más profundidad la dimensión del hecho que aterrorizó por años al barrio y quienes lo habitaban. 

Alberto Gallino, que todos los domingos iba a visitar a sus familiares en el barrio IAPI – el mismo se encuentra frente a lo que era el cuartel del Ejército y su nombre fue dado por el Instituto Argentino de Promoción por el Intercambio que funcionó bajo la órbita del primer gobierno de Perón – en una descripción de sus sensaciones y de como recuerda aquellas calles, cuenta: “En mi mente de niño, ir a visitar a mis tíos era como entrar en un parque de diversiones: en cada esquina, en cada cuadra, de todos lados se escuchaban carcajadas, música fuerte, gritos, peleas, ladridos de perros; y se veían caballos sueltos, gallinas en medio de la calle, vendedores ambulantes que vociferaban sus ofertas; un poco más allá, los gitanos con sus carpas, sus vestidos y alfombras de colores  […] Cuando el colectivo se acercó a la zona del cuartel, empecé a percibir algo como cuando se pasa en la ruta por al lado de un accidente. Al detenerse en la puerta del cuartel, donde toda mi infancia bajábamos para visitar a mi madrina, la sensación fue como estar pisando el suelo de otro planeta. Todavía hoy, a más de 40 años, recuerdo cómo se me puso la piel de gallina al descender porque no se escuchaba nada, era todo silencio, pero ese silencio que sólo se advierte en los templos o en los cementerios; no había vendedores ambulantes, los perros no ladraban, no había música, ni gritos de peleas, ni carcajadas”.

 

Yulian, desde siempre, escuchó de chico los relatos de su padre Luis Martínez sobre aquel episodio y las palabras que describen aquel fantasmal colectivo incendiado a modo de barricada a tan solo dos esquinas de su casa. Por ello se permite articular imágenes actuales y del pasado, que dialogan con sucesos de nuestra historia – los bombardeos a Plaza de Mayo, las batallas por la lucha de nuestra Independencia, la conquista reciente, a sangre y fuego, de nuestro Chaco, revueltas populares – entrelazándose con el archivo periodístico y familiar, las palabras y las consignas de lucha, interviniendo en un campo de significación que aún es herida abierta con el objetivo de poder ver más allá del terror. 

 

Sobre Yulian Martínez
Yulian (Buenos Aires, 1994). Artista Visual. Estudió fotografía en IMDAFTA, ex EDAF (Avellaneda). Es Licenciado en Enseñanzas de las Artes Audiovisuales de la Universidad Nacional de San Martín. Realizó un curso intensivo del Uso del Archivo Fotográfico en la Investigación Social, dictado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Historia y Memoria son conceptos que a menudo se articulan con su obra en conjunto con su vida personal, su Familia y su Barrio Monte Chingolo. Obtuvo la Primera Mención del premio Estímulo Francisco Ayerza, organizado por la Academia Nacional de Bellas Artes. Sus fotografías forman parte del Patrimonio IILA – Organización internacional ítalo-latino americana. Ciudad de Roma, Italia. Desde el año 2018 se desempeña como docente en la escuela de fotografía de Avellaneda.

En el año 2020, al cumplirse 45 años de la batalla de Monte Chingolo realizó una pegatina en las calles de su barrio y en los paredones del ex Batallón 601 coronel Domingo Viejobueno. El señalamiento en el territorio evidenció viejas disputas que nuestra historia aún no logra saldar. La muestra duró tan solo dos días antes de ser destruida en su totalidad. En el año 2021, el registro fotográfico de la muestra, en conjunto con una investigación histórica en torno al intento de copamiento al Batallón acaecido el 23 de diciembre de 1975, culminaron en el primer libro publicado por el autor titulado Las Batallas de Monte Chingolo (BEX, Fotografía Latinoamericana). Su libro se encuentra a disposición en la Biblioteca Popular de Monte Chingolo (Ex estación del Ferrocarril Sud), en el Archivo Histórico de Avellaneda, en la escuela de fotografía IMDAFTA, en el Museo en los Cerros (MEC, Jujuy), en la fundación ArtexArte, en la biblioteca TURMA, en el C.C Haroldo Conti y en la Escuelita de Famaillá (Tucumán).

 


De la acción Otro 23 junto a una fotografía de los bombardeos a Plaza de Mayo. Para el 45º aniversario de la Batalla de Monte Chingolo Yulian realizó una acción que consistió en hacer un señalamiento con fotos en los lugares donde habían sucedido los hechos. Las fotos fueron pegadas en los paredones del ex regimiento Batallón 601 Domingo Viejobueno, hoy Parque Tecnológico Industrial de Quilmes, y en algunas intersecciones del barrio Monte Chingolo. Aunque se sabe de lo efímero de este tipo de manifestaciones, en este caso la duración superó toda expectativa. Dos días después no quedaba nada. Rápidamente las imágenes fueron arrancadas sin dejar ningún rastro, evidenciando viejas disputas que nuestra historia aún no logra saldar.
Al ser destruida la imagen que se encontraba en el territorio una mano anónima escribió sobre el poste de luz la consigna “Dios Vive”, consigna que dialoga con la imagen de los bombardeos de Plaza de Mayo en donde se puede observar que sobre los aviones la frase “Cristo Vence” se alzaba en los aires para intentar asesinar a Juan Domingo Perón y Civiles que pudieran defender su gobierno. 

 

 

Imagen del colectivo que Luis Martínez, el padre de Yulian, recordaba sobre aquella noche junto a los puestos de pan dulce incendiados. Contención a refuerzos policiales y militares en Cno. Gral. Belgrano y Cadorna. 1975

 

 


Fotografía del helicóptero donde el comandante en jefe del Ejercito Argentino, Jorge Rafael Videla, estaría arribando al escenario de la batalla. En la fotografía se puede leer “Chingolo, subversión, como los gauchos de Güemes” haciendo referencia a la figura del prócer que defendió el Norte Argentino en las luchas de Independencia. Conceptualmente, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) planteó una nueva liberación del continente y se posicionaron como la continuación de las luchas por la independencia; por eso, la bandera de la Guerrilla era la del Ejército de los Andes con la estrella roja.

 

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