Inauguran en Veladas de Estudio, el Guernica Argentino de Horacio “Indio” Cacciabue

“Guernica no es un territorio, no es una ciudad, no es una geografía. Guernica es un gerundio. Esa forma del verbo que nos dice que la acción no está terminada, que sigue ocurriendo. Guernica es el gerundio del horror, del terror que vino del cielo. Guernica no fue el primer bombardeo a una ciudad abierta. En 1925, España y Francia unieron sus fuerzas aéreas para bombardear la ciudad de Xauen, al norte de Marruecos, por entonces territorio de sus colonias, dejando miles de muertos. Luego siguieron Somalia, Hamas y Damasco, y Darfur y Kabul, y más y más ciudades abiertas sin defensa alguna, donde miles de víctimas civiles mueren, donde la desproporción de fuerzas sigue siendo infamia. Guernica es el gerundio “gritando”; es el grito de Xauen, el grito de Hiroshima, el grito de Kim Phuc, aquella niña rociada en Napalm en Vietnam, el grito de hoy en Alepo. Y es el grito de Rubén Alberto Bevilacqua, el niño de tres años que murió durante el bombardeo a la ciudad abierta de Buenos Aires, el 16 de junio de 1955. Guernica es el grito que no cesa. Con su Guernica Argentino, Horacio “Indio” Cacciabue dice que viene a saldar una deuda, la de volver a pintar el Guernica una y otra vez, porque Bevilacqua y los otros no dejan de gritar”.

Alejandro Covello