Homenaje a la Virgen Patrona en el Rotary Club de Avellaneda

Partició el Obispo Monseñor Frassia. En la foto Alejandro Veltri (Pte. RC Wilde), Presbítero Gustavo Ercolino, Monseñor Oscar Rubén Frassia, José Pintimalli (Pte. RC Avellaneda) y Raúl Telesca (socio RC Avellaneda).

El pasado jueves, el Rotary Club de Avellaneda, en forma conjunta con los clubes rotarios de Wilde, Villa Domínico, Sarandí y Lanús, rindieron homenaje a la Virgen Patrona de Avellaneda, Nuestra Señora de la Asunción, con una cena compartida en su honor.

El invitado especial en esta ocasión, como ya es tradicional en nuestra ciudad, fue el Obispo de Avellaneda-Lanús, Monseñor Rubén Frassia, quien estuvo acompañado por el Padre Gustavo Ercolino, párroco de la Catedral de Avellaneda.

A continuación, algunos de los párrafos más salientes del mensaje que brindo el Obispo diocesano a los presentes durante la celebración:
«Una vez más agradezco al Rotary Club de Avellaneda, al señor presidente José Pintimalli, a la Comisión Ejecutiva y a todos los miembros de esta Asociación, que me han invitado a esta cena en honor a Nuestra Señora de la Asunción, Patrona de nuestra Diócesis y del Partido de Avellaneda»

«Al contemplar la Virgen María se nos da otra gracia: la de poder ver en profundidad también nuestra vida. Si, porque también nuestra existencia diaria, con sus problemas y sus esperanzas recibe luz de la Madre de Dios, de su itinerario espiritual, de su destino de gloria, un camino y una meta que pueden y deben llegar a ser , de alguna manera, nuestro mismo camino y nuestra misma meta. Allí donde está la madre, también estaremos nosotros sus hijos».

«Pero, no podemos dejar de preguntarnos: ¿Cómo nos preparamos? ¿Cómo vivimos? ¿Cómo obramos con respecto a nuestra familia y al bien común? Cómo articulamos nuestra vida con la vivencia de la fe? ¿Cómo nos damos cuenta de que tener fe, crea responsabilidad y esta se debe ejercer de modo coherente, objetivo, concreto y eficaz?»

«Pienso, estimados hermanos, que estamos en una época muy difícil, donde se ha ido debilitando, por décadas, el valor de la verdad y de la objetividad. Hoy todo pretende ser relativo. Esto conlleva a un individualismo peligroso y nocivo, horadando las virtudes sociales que deberían ser las convicciones más profundas de nuestra querida Patria».

«La verdad y la objetividad son valores que no dependen de la interpretación subjetiva. Son verdades universales que nunca deberían ser eclipsadas por intereses particulares, por muy importantes que sean, porque ello conduciría únicamente a nuevos casos de fragmentación social o discriminación, que precisamente esos grupos de interés o de presión declaran que quieren superar».

«Por lo tanto, pienso que estos grandes desafíos nos invitan a estar atentos y a tener claridad en la comprensión, para ser concretos en la respuesta, ya que quien tiene claro las cosas, no se confunde ante ellas, y no confunde a los demás. Tenemos una grave responsabilidad. La fe lejos de alienarnos o anestesiarnos nos ilumina cada vez más para saber dar respuesta. Ante los tiempos difíciles, surge para nosotros la fuerza de la esperanza. La Palabra de Dios, presente por medio de María nos transforma y vivifica por su presencia, para que los hombres puedan encontrar en los demás, la cercanía de Dios y así vivir en comunión con Dios y con todos nuestros hermanos. Esta presencia nos invita a procurar la paz, sabiendo que esta se apoya en los cuatro pilares fundamentales, que son insustituibles de una verdadera conciencia ordenada y pacífica: verdad, justicia, libertad y amor. (Beato Juan XXIII, Pacem in terris, III).»

«Que estas fiestas nos ayuden a recuperar la pasión por la verdad, y el compromiso por el bien común, la valentía de la libertad para superar todo mal, perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz».

Al concluir la velada, el presidente de Rotary Avellaneda, José Pintimalli, hizo entrega de un presente al Obispo de la Diócesis Avellaneda Lanús, Monseñor Rubén Oscar Frassia, como recordatorio de su paso por la institución.

Estuvieron presentes en la cena homenaje socios de los clubes rotarios de Wilde, Villa Domínico, Sarandí y Lanús, las damas Nilda Brovida, titular de la firma Telmec; Raquel Casanova, colaboradora de Cáritas Avellaneda; Adriana Pérez, directora asociada del Hospital Municipal Dr. Eduardo Wilde, entre otros invitados especiales.

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