Hito aeronáutico: Centenario del vuelo Piñeiro – El Palomar

Escribe: Edgardo Cascante.

En 1910 llegó desde Italia a Buenos Aires el capitán Bartolomé Cattaneo, pionero de la aeronáutica en su país.

Aquellos audaces pilotos reunían las características del aficionado a la mecánica y las del “sportman” (según el glosario de la época). Los vuelos eran casi todos experimentales, y pocas veces se lograba cumplir con una ruta programada; además era latente el riesgo de perder la vida, pues los aeroplanos eran aparatos precarios sin elementos de seguridad. Eran, sin dudas, hombres de enorme coraje.

El 5 de noviembre de 1910, piloteando un aeroplano Bleriot XI, Cattaneo sobrevoló la Capital Federal por primera vez en la historia, en sentido norte a sur. Salió desde El Palomar, y aterrizó en la localidad de Piñeiro, Avellaneda. Fue un vuelo programado; un éxito rotundo en esos tiempos.

6 de noviembre: repitió la hazaña, pero de sur a norte. Salió de Piñeiro hasta El Palomar, volando a 1.500m de altura, en un tiempo de 30 minutos. Fue nuevamente el primero en volar dicho trayecto en el sentido inverso. Pasó sobre la Plaza de Mayo y el barrio de Belgrano.

No está claro cuál fue el sitio de Piñeiro que utilizó como pista; aunque es probable que haya utilizado un potrero, o un precario campo de fútbol, o cancha de cuadreras. Con un espacio libre y plano de cincuenta metros era suficiente.

7 de noviembre de 1910: voló desde El Palomar hasta Banfield, y el día siguiente regresó con el monoplano hacia El Palomar. El 16 de diciembre unió Buenos Aires con Colonia, siendo esa la primera vez que un avión cruzó el Río de la Plata.

Cattaneo volvió a volar en Avellaneda en 1914, para hacer exhibiciones aéreas en la primitiva cancha del Racing Club. Hizo acrobacia de vuelo en el entretiempo de un partido Racing v Boca; y también en otra oportunidad en el mismo campo de juego, para recaudar fondos para las ollas populares. Hizo siete “looping” con gran maestría según las crónicas. Utilizó un aeroplano Marichal construido en Buenos Aires (lo que nos da indicio de la antigüedad de nuestra industria aeronáutica).
“Cattaneo” se tituló un tango que compuso en su homenaje Francisco Peirano; una costumbre muy habitual de los músicos de la Vieja Guardia para con los ídolos de los “sports”.

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