Graciela Dufau: “Mi patria es Avellaneda”

La prestigiosa actriz recordó su infancia en Avellaneda, ciudad que la vio nacer, donde fue distinguida con motivo de conmemorarse el 167º aniversario de la ciudad, durante un emotivo acto realizado en el Centro Municipal de Arte.

Con una trayectoria que la convirtió en una referente indiscutida de la escena y la pantalla grande de la Argentina, Graciela Dufau transita con humildad una etapa donde alterna el trabajo con reconocimientos por su extraordinaria carrera artística. Entre ellos, el de Avellaneda, la ciudad que la vio nacer, donde fue distinguida con motivo de conmemorarse el 167º aniversario de la ciudad, durante un emotivo acto realizado en el Centro Municipal de Arte.

Tal como ella misma recordó, la infancia de Graciela Dufau transitó por muchos lugares que hoy se ven con cierta nostalgia, no sólo por su fisonomía, sino por el aire que se respiraba y por cómo era la vida por aquellos años. Calles de barrio, niños que iban a la escuela solos, salidas a la heladería con amigos, siempre con alguna madre, y un sinfín de actividades culturales y sociales que, en este caso, por fortuna se mantienen en nuestra ciudad.

Los primeros años de vida de la afamada actriz tuvieron como escenario principal la casa familiar de Castelli 127, a metros de Estanislao Zeballos, donde hoy hay una placita y el anfiteatro 30 de Octubre.

Sin querer, su vida también tiene un vínculo, remoto, pero vínculo al fin, con La Ciudad. Su padre fue periodista y ejerció la profesión en el histórico diario La Libertad, periódico que, cuando cerró sus puertas, motivó a tres de sus trabajadores, Roberto Pérsico, Humberto Cuchetti y José Ibañez, a abrir nuevos caminos fundando este emprendimiento periodístico que el pasado 24 de abril cumplió 60 años de vida.

Consultada sobre aquellos años de Avellaneda, por las décadas del ’40 y el ’50, Graciela Dufau recordó su educación primaria en la Escuela Nº 7 y la secundaria en el Normal (ENSPA), tras un breve paso por el Instituto María Auxiliadora. Tampoco olvida algunas de las distintas actividades que por ese entonces desarrollaba, como ir al Conservatorio Williams sobre la avenida Mitre o estudiar italiano en la Dante Alighieri ubicada junto al Teatro Roma, “que en esa época ya era maravilloso”, aseguró la actriz, en una emotiva charla con La Ciudad.

El deporte tampoco estuvo ausente en su infancia y, pese a que su corazón latía por el Rojo, era socia de la Academia. “Soy hincha de Independiente, pero como me quedaba más cerca la sede Racing, me mandaban ahí a la pileta. Era socia contra mis deseos y convicciones, pero quedaba más cerca y, por aquella época, una chica de 11 años podía ir caminando sola por la calle y a la escuela”, recordó Graciela, al describir no solo su pasado, sino también el de nuestra ciudad.

Las salidas recreativas tenían también al centro de Avellaneda como protagonista, especialmente todo lo que rodeaba a la Plaza Alsina, donde estaba el cine Mitre (hoy el Centro Gallego). “No nos perdíamos la cita de los martes, que era día de damas y costaba 80 centavos. Íbamos con mi madre y mi tía”, relató.

“Los domingos eran de paseo, comprar un helado en Benutto, que estaba cerca de la Plaza. Veníamos un grupo de chicas, con una o dos madres”, evocó Dufau, quien también recordó las clases de música y de folklore en la escuela, y las materias Latín y Francés que tenía en primer año del secundario.

Los años de la adolescencia no fueron color de rosa. Tras el fallecimiento de su padre y la internación de su madre, Graciela tuvo que resignar las cosas típicas de la edad para ponerse a trabajar.

“Estuve bastante solita esos años, hasta que me casé y crucé el puente, aunque no sé si para bien o para mal”, confesó con simpatía la afamada artista, aunque enseguida despejó toda duda sobre cuál es su lugar en el mundo. “Siempre lo digo, mi Patria es Avellaneda”, aseguró convencida.

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