“Tenemos el gasto público más alto de la historia, la presión impositiva más grande y uno de los déficit fiscales más altos de la historia. Heredamos estas cosas del kirchnerismo. Tenemos que resolver este problema, que será un desafío complejo”, dijo Frigerio en una entrevista que publica hoy el diario Río Negro.

El funcionario ratificó el “camino gradual hacia el equilibrio de las cuentas públicas para los próximos tres años, aprovechando la confianza que generamos en estos primeros 15 meses para que el mundo financie esa transición y no tengamos que recurrir como hacía el gobierno anterior a la máquina de emitir pesos, con las consecuencias en la inflación”.

En ese sentido, añadió que “el Estado tiene que brindar servicios de calidad a los ciudadanos y justificar la enorme presión tributaria que existe en nuestro país”.

Consultado por el compromiso de los gobernadores para ordenar las cuentas provinciales, Frigerio lo consideró “dispar”, admitió que se trata de “un año complicado porque es electoral” y marcó que “el gobierno nacional es el que tiene que avanzar rápido y ser un faro para el resto”.

Frigerio puntualizó que “la matriz económica se modificó en estos 15 meses, después de 150 meses del gobierno anterior” y precisó que el Ejecutivo trabaja “para que la economía no dependa sólo del consumo, porque eso hace que los procesos de crecimiento sean poco sustentables”.

“La economía tiene que depender del consumo, pero también de la inversión y de las exportaciones”, dijo el ministro.

Respecto de las metas que se propuso el Gobierno sobre inflación y tipo de cambio para este año, Frigerio evaluó que “todavía hay mucho tiempo como para siquiera pensar en una modificación de las pautas” y aseguró que “la inflación va a ser la mitad de lo que fue el año pasado, la economía va a crecer alrededor del 3% como lo planteamos y el empleo va a crecer”.

Además, consideró que “el tipo de cambio, si triunfamos con la inflación, va a tener un impacto positivo en la competitividad cambiaria”.

En ese sentido, se refirió al rol del Banco Central y, tras ratificar “la necesidad” de contar con una entidad monetaria “independiente”, expresó que “uno puede estar más o menos de acuerdo con alguna decisión específica del Banco, pero no respecto a que tiene que seguir combatiendo a la inflación con todas las herramientas que tiene”.