Fiestas Patronales de la Capilla Santo Domingo de Guzman de Escalada

El Santo Triduo comenzará mañana viernes 5 de agosto a las 18hs.

Bajo el lema «Con Santo Domingo vivamos el año de la misericordia de nuestro eterno Padre Dios» se celebrarán las Fiestas Patronales de la Capilla Santo Domingo de Guzmán sita en Villa de Lujan y Albariños de Remedios de Escalada este.
El Santo Triduo comenzará mañana  viernes 5 de agosto a las 18hs: «oramos por los desamparados, los enfermos y difuntos». Santa Misa.
Sábado 6 de agosto: 18hs: «oramos por los niños, por los jóvenes y por las familias». Santa Misa.
Domingo 7 de agosto: 10hs: Santa Misa «oramos por nuestro país, por trabajo y por seguridad».
Lunes 8 de agosto: Fiesta de Santo Domingo 19hs: Santa Misa presidida  por Mons. Rubén Frassia, obispo de Avellaneda Lanús. Luego  de la ceremonia habrá un compartir y un brindis en honor del santo patrono.
Domingo 14 de agosto: 10hs: Santa Misa y procesión por las calles del barrio. Al finalizar habrá números musicales, juegos para niños y sorteos.

 

Santo Domingo de Guzmán
Nació en 1170 en Caleruega (provincia de Burgos, en Castilla la Vieja, España) y murió el 6 de agosto de 1221. Fueron sus padres Félix de Guzmán y Juana de Aza, de la nobleza castellana. Es el Fundador de la Orden de Predicadores,  conocida como Orden Dominicana o de los Dominicos.
Narra la tradición que la Madre de Dios, en persona, le enseñó a Santo Domingo a rezar el Rosario en el año 1208, cuando la Virgen se le apareció en la capilla y en su mano sostenía un Rosario que le enseñó a Domingo a recitarlo diciéndole que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe; que lo predicara por todo el mundo, prometiendo que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. Domingo salió de allí lleno de celo, con el Rosario en la mano y efectivamente, lo predicó con gran éxito porque muchos que se habían apartado volvieron a la fe católica.Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Santo Domingo y con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores, más conocidos como Dominicos que, a medida que  predicaban y enseñaban, los frutos de conversión crecían. La orden progresaba y se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen. Así el Rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Santo Domingo -el hombre de la alegría y del buen humor- fue gran amigo de San Francisco de Asís.

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