«Pobreza cero», «Revolución de la Alegría», «Queremos vivir mejor», «Vamos a vivir mejor»… son todas frases de campaña que tal vez parte de la sociedad ha olvidado debido a la vorágine desinformativa o simplemente las ignore como consecuencia de haber devorado contaminados resentimientos productos de la máquina de odio. A ocho meses de esta revolución de la alegría queda como saldo: quita de retenciones al agro, a las mineras, 160 mil despidos y otros en curso, muchos productos de la grasa militante; pequeñas y medianas empresas en caída libre las cuales generan un 80 % de trabajo en nuestro país. La apertura hacia los productos importados en desmedro del cuidado de lo nuestro, la industria nacional. El tarifazo que golpea el bolsillo de cada trabajador, cada jubilado, y ni hablemos de quienes sufrieron la desgracia de quedar sin fuente de trabajo.

 
En todo este relato no se ha podido encontrar una, tan sólo una medida a favor de los que menos tienen. Este avance de la derecha no se detendrá hasta convertir a la Argentina en el país de unos pocos sostenido por el esfuerzo de muchos, lo que se conoce como «transferencia de riqueza» de los sectores más humildes a los grupos concentrados de poder. Esta es la «Revolución de la Alegría», la de los globitos amarillos.

 
Será la clase trabajadora la que ponga un freno a este atropello cotidiano, el movimiento obrero con sus dirigentes o sin ellos, los distintos movimientos sociales con sus diferencias, movimientos estudiantiles; la sociedad en su conjunto somos los que tenemos la responsabilidad de transformar esta negra realidad llamada «Cambiemos». Por esa razón invitamos a sumarse a la Marcha Federal y Multisectorial convocada por la CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma para el 31 de agosto; la misma iniciará en Río Negro con la llegada de la Columna Sur hasta Avellaneda y culminará en Plaza de Mayo. Sólo el Pueblo salvará al Pueblo.

COMSIÓN DIRECTIVA DE SUMA