“Es importante transmitir que las científicas somos personas normales que nos dedicamos a esto porque es lo que nos gusta”

En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Paula Angelomé, recientemente distinguida con el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO, comparte sus líneas de investigación y objetivos de trabajo, alerta sobre el fuerte desfinanciamiento en el sector y pondera el esfuerzo de los últimos años en estimular las vocaciones científicas en niñas y adolescentes.

Agencia CTyS-UNLaM- En la vida de Paula Angelomé, hoy científica galardonada y de enorme trayectoria, hay un nombre que ella misma marca como “un punto de inflexión claro” en sus deseos de estudiar Química: Liliana Olazar. Docente de esta asignatura de cuarto año de secundaria, aquella “profe” se encargaba de llevar, semana a semana, novedosos experimentos al aula. “Esas propuestas de Liliana me fascinaron y me decidieron a estudiar la carrera, pero en ese momento pensaba dedicarme a trabajar en la industria de los alimentos”, recuerda hoy Paula.

El tiempo avanzó. A lo largo de los siguientes diez años, las etapas laborales de Angelomé se fueron encadenando hasta consolidarla como investigadora del CONICET en el campo de la nanotecnología, ese maravilloso mundo interdisciplinario que estudia la materia a una escala tan pequeña que las cosas cambian sus propiedades. Y el 2024 fue testigo de un hito más, en esa prolífica carrera: el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”.

“Fue realmente una emoción muy grande recibir este premio, que es muy prestigioso en nuestro ámbito y que además han recibido previamente muchas científicas que admiro. Significa, además, un gran empuje para el proyecto que estamos llevando a cabo. No contábamos con financiamiento para este año, así que el aporte económico nos resulta fundamental”, resalta Angelomé, en esta entrevista con la Agencia CTyS-UNLaM.

En esta entrevista, repasa sus líneas de trabajo como investigadora, comparte su mirada sobre el panorama político-científico en el país desde su rol como vicepresidenta de la Fundación Argentina de Nanotecnología e insiste en la necesidad de seguir estimulando las vocaciones científicas en niñas y adolescentes. “El Premio en sí también fue una gran manera de visibilizar nuestro trabajo y ayudar a que la sociedad sepa que hay muchas mujeres argentinas trabajando con seriedad en investigaciones de primer nivel”, agrega.

Si tuvieras que elegir… ¿qué es lo que más disfrutas del día a día de tu labor científica?
Lo que más disfruto es la diversidad de tareas. Es muy raro que un día de trabajo sea igual a otro y eso me gusta muchísimo. Y de todas las cosas que hago, lo que más me gusta, incluso 20 años después de las primeras experiencias, es estar en el laboratorio. Cada vez voy menos, porque tengo muchas otras ocupaciones, pero el poco tiempo que paso haciendo experimentos es mi favorito.

¿Cómo describirías tus líneas de investigación y por qué es tan clave la nanotecnología, en estos temas?
Nuestro grupo de trabajo se dedica hace muchos años a la preparación de nuevos materiales utilizando métodos químicos. Muchos de estos materiales tienen tamaños nanométricos, “nanomateriales”. Por tener ese tamaño, tienen propiedades y, por ende, aplicaciones diferentes a las del mismo material cuando tiene mayor tamaño. En este proyecto en particular nos enfocamos en partículas de oro nanométricas, cuya característica más destacable es que tienen colores que dependen de su forma y su tamaño.

¿Qué balance haces del panorama que está atravesando actualmente la FAN, en tu rol de vicepresidenta, teniendo en cuenta el fuerte desfinanciamiento que está sufriendo la ciencia?
Todo el sistema científico de nuestro país está sufriendo un fuerte desfinanciamiento desde finales de 2023, que se evidencia de muchas maneras diferentes: menos becas para investigación, recortes en la financiación de proyectos de investigación, retrasos en las convocatorias para nuevos proyectos, congelamiento de salarios. Es una pena que así sea, porque la ciencia y la tecnología son la base para el desarrollo del país, pero lamentablemente está sucediendo. La FAN, obviamente, no es ajena a esta situación. Si bien es una fundación sin fines de lucro, depende del apoyo del Estado, que fue quien la creó, para funcionar y llevar a cabo sus actividades. Así que estamos sufriendo los recortes y elaborando estrategias de todo tipo para poder seguir funcionando y promoviendo a la nanotecnología en nuestro país.

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