En 2019, en 23 de las 24 jurisdicciones argentinas se registró una caída en la recaudación

El gobierno de Mauricio Macri llevó adelante una serie de medidas de índole fiscal que impactó en la estructura impositiva en un sentido regresivo como la baja de retenciones y de las contribuciones patronales. Informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda.

La recaudación impositiva es una de las tareas fundamentales del Estado, además de los objetivos mínimos permite distribuir parte de los ingresos recaudados hacia los estratos más vulnerables.
La administración anterior (inspirada en la corriente de pensamiento económico llamada Economía de la Oferta,) con el argumento de aumentar la competitividad e incentivar la inversión, llevó adelante una serie de medidas de índole fiscal que impactó en la estructura impositiva haciéndola más regresiva.
En 2019, en 23 de las 24 jurisdicciones argentinas se registró una caída en la recaudación.
En Argentina existe margen para la mejora recaudatoria.  Hay un alto porcentaje de evasión, que una mejor fiscalización generaría una mejoría. Sin embargo, el hecho de mejorar la fiscalización también es costoso.
La Argentina permanece con una presión tributaria por debajo del promedio de países de la OCDE, lo que hace pensar que hay margen para un incremento recaudatorio, más aún en una situación excepcional como la que se está viviendo.
Dentro de la estructura tributaria se encuentran las Contribuciones Patronales y los Aportes Patronales a la seguridad social. La tendencia a la caída que se observa en los últimos años da cuenta del desfinanciamiento del sistema de seguridad social.
El caso del impuesto a los bienes personales,  es otro de los impuestos más progresivos que
hay, ya que grava el patrimonio, y se va incrementando la alícuota a medida que el mismo crece.
Así, como muestra el gráfico, la recaudación por este impuesto disminuyó casi a la mitad: desde 1,3% para el período 2003-2015 a 0,7% para el periodo 2016-2019.
La incidencia del Impuesto a las Ganancias se redujo a partir del 2016, mientras que el IVA aumentó, a pesar de los años de recesión económica.
El impuesto a los Bienes personales es otro de los impuestos más progresivos que hay, ya que grava el patrimonio, y se va incrementando la alícuota a medida que el mismo crece. Su incidencia bajó en el total de la recaudación a partir del 2016, producto de modificaciones impositivas con objetivos de incentivar el blanqueo de capitales. Así, la administración anterior aplicó un mecanismo de descenso gradual de las alícuotas desde ese mismo año.

noticias relacionadas