El obispo de Merlo comparó la muerte del cura Viroche con la del padre Mugica

Fernando Maletti aludió a “las redes de crimen organizado”, el padre Pepe dijo que Juan Viroche fue “víctima de la mafia” y Juan Carr expresó: “mataron a uno de los nuestros”.

 

El obispo de Merlo-Moreno, Fernando Maletti, comparó hoy la muerte del sacerdote tucumano Juan Viroche con la del cura Carlos Mugica, asesinado en 1974, mientras que el villero padre “Pepe” aseguró que su par fue “víctima de la mafia” y el activista solidario Juan Carr consideró que al párroco “lo mataron”.

 

Monseñor Maletti formuló esta comparación al oficiar una misa en memoria del padre Viroche en la parroquia de San Cayetano del barrio porteño de Liniers, donde fue párroco, acompañado por sacerdotes que trabajan en villas de la zona metropolitana.
“Igual que cuando murió Mugica, decimos ‘un sacerdote cae muerto, ¿quién se anima a seguirlo?'”, dijo al recordar el crimen del cura tercermundista que fundó la parroquia Cristo Obrero en la villa del barrio porteño de Retiro, donde tenía su actividad social y religiosa durante la convulsionada década del 70.

 

La muerte de Viroche “plantea qué hicimos y qué estamos haciendo o dejando de hacer por los demás” y lleva a pensar “en tanta gente que va quedando en el camino, en el fuego cruzado de las balas, en los ajustes de cuentas y en otras tantas realidades de ajusticiamiento por mano propia”, expresó.
“Las redes de crimen organizado manejan dinero manchado por sangre”, afirmó Maletti citando al Papa Francisco, y agregó: “Es sangre, sobre todo, de los pobres, de tantas mujeres y varones que nunca serán noticia”, en referencia al origen de las amenazas que había recibido Viroche tras denunciar al narcotráfico en su provincia.
En ese sentido, frente a una gran audiencia de fieles y cámaras de prensa, el obispo consideró que cuando “la droga se instala en nuestros barrios y pueblos destruye a las familias, siembra el miedo y desconfianza entre los vecinos y aleja a los jóvenes de la escuela y del trabajo, sin advertir el grave daño que se le realiza al tejido social y a los pobres”.
“Todo se irá dilucidando a través de la investigación de la Justicia”, opinó el ex párroco, y añadió, en concordancia con las palabras de Jorge Bergoglio, que para eso “hay que ponerse la patria al hombro”.
Al finalizar la misa, los clérigos participantes se reunieron en la explanada frente a la iglesia y recibieron los saludos de los fieles que se acercaron al lugar para rendir homenaje al padre Viroche.
Entre ellos se encontraba el padre José María “Pepe” Di Paola, encargado de la parroquia San Juan Bosco de la localidad bonaerense de José León Suárez, partido de San Martín, conocido por gestionar actividades vinculadas a la ayuda social en los puntos más desprotegidos de esa zona del oeste del conurbano.
El padre “Pepe” aseguró que Viroche fue “víctima de la mafia”, que su muerte “es un golpe grande” y que ahora se transformó en “una bandera para seguir trabajando en esta lucha por los chicos y los jóvenes” en el marco del consumo de drogas.
“Nosotros estamos en este ámbito y sabemos que nuestra responsabilidad es trabajar en estos barrios tan vulnerados, y sabemos que el trabajo es frente a la marginalidad, ofrecer caminos positivos para la vida, esa es la tarea que tenemos”, dijo el padre “Pepe” a Télam.
Además, responsabilizó al “Estado, los ministerios, el gobierno y las fuerzas de seguridad” por la situación del narcotráfico en el país .
Sobre los rumores que circulan sobre las relaciones privadas de Viroche, consideró que “lo que debería interesarle a los medios no son las cosas secundarias” porque “personas que son tan entregadas como lo fue Juan, deberían estar preocupadas en ver qué mafias lo venían presionando”.
Otra figura que se hizo presente en la ceremonia fue el activista social Juan Carr, creador de Red Solidaria, que manifestó: “Soy católico y argentino, mataron a uno de nosotros, es nuestro, esta muerte es nuestra”.
“Mataron a alguien preocupado por los más postergados, los más pobres, los más abandonados”, se lamentó.
En esa linea, Carr dijo estar “impactado” y opinó que Viroche era “un tipo jugado por los más humildes y los más golpeados por las adicciones” y que lo demás “es un debate”, porque se trata de “la muerte de alguien del mundo popular, del mundo social”.
Por su parte, el diputado tucumano Federico Masso (Libres del Sur) también se refirió a esta muerte: “Estamos consternados, muchos de estos sacerdotes son psicólogos y médicos de los que hoy no tienen y no pueden acceder, o no tienen derecho desde el Estado a acceder a un tratamiento”.
“La de Tucumán no es otra que la realidad del país, pero donde trabajan estos verdaderos ejemplos de curas villeros, es en lo que llamamos el ‘narcotráfico de la pobreza’, donde lo peor de la droga se transforma en paco y pasta base”, dijo.

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