El gran problema de las alergias alimentarias

¿Pueden tratarse? ¿Cómo? Todo lo necesario acerca de este problema que es cada vez más común y que afecta a tantas personas.

Podemos entender el término ‘’alergia’’ como una respuesta exagerada del sistema inmunológico ante alguna sustancia externa, en este caso, alimentos o aditivos alimentarios.

Según nos explica decana de la Facultad de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Maza, Esp. Cecilia Llaver, estas reacciones son provocadas por ciertos componentes específicos de los alimentos llamados alérgenos que tienen la capacidad de provocar efectos adversos en el sistema inmune dando como resultado la aparición de síntomas característicos, en su mayoría de tipo gastrointestinal. A continuación, los ponemos en porcentajes:

•    El 70% se vinculan a dolor abdominal, náuseas, vómitos y/o diarrea.
•    El 24% se presentan como alteraciones cutáneas: urticaria aguda, angioedema, dermatitis atópica y erupciones cutáneas
•    Alrededor de un 6% son de tipo respiratorios y tienen la capacidad de provocar rinoconjuntivitis y/o episodios asmáticos.

Todos estos cambios pueden desencadenarse ante la ingesta de cantidades muy pequeñas de alimentos, de forma inmediata o tardía. La gravedad es muy variable, algunos casos son leves, pero otros pueden llegar a la anafilaxia, una repuesta muy severa que pone en peligro la vida del individuo.

Respecto a la prevalencia de este tipo de alergias, varía según los alimentos en cuestión y la edad del paciente, motivo por el cual su distribución entre la población es bastante heterogénea. En los niños es más común observar alergias ante alimentos como el huevo, el trigo, la soja y la leche mientras que en el resto de la población son comunes las reacciones ante la ingesta de pescados, mariscos (principalmente camarón, langosta) y frutos secos (maní, nueces). Se trata de una problemática que sufren muchas personas en el mundo y que cada vez es más frecuente. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, en 2050 aproximadamente la mitad de la población mundial padecerá algún tipo de trastorno alérgico (alimentario o no).

¿Puede tratarse? ¿Cómo?

Sí. Según la profesional, una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento se basa en tres pilares que tienen el mismo nivel de importancia:

1.    Farmacoterapia: a través de corticoides inyectables, epinefrina y antihistamínicos.

2.    Eliminación: exclusión total del alérgeno de la dieta.

3.    Educación: instrucción del paciente, familiares y cuidadores a fin de que estén capacitados para leer las etiquetas de los alimentos y evitar el consumo del alérgeno en cuestión.

Palabras parecidas, conceptos diferentes

¿Es lo mismo intolerancia que alergia alimentaria? No. Pese a que son términos parecidos y suelen confundirse, son muy diferentes. En los pacientes diagnosticados con alergias alimentarias el sistema inmune falla, reconoce como nocivo algo que para la mayoría de las personas no lo es (en este caso un alimento o aditivo alimentario), mientras que en las intolerancias la respuesta inmunitaria no está presente y la ingesta de los alimentos en cuestión provoca algún tipo de alteración digestiva que puede ser atribuida a mecanismos metabólicos, farmacológicos o mixtos.

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