Muchas zonas de Avellaneda sufrieron los embates del fuerte temporal que se registró en horas de la madrugada en toda el área metropolitana.

Tal como detalló a La Ciudad el director de Defensa Civil, Juan Santos, entre las 2 y las 4.30 cayeron 67 milímetros de lluvia en nuestra ciudad, una cantidad casi sin precedentes en ese tiempo. Mientras que el total de agua acumulada a las 15 horas era de 85 milímetros.

Los barrios más afectados fueron Villa Corina (entre las calles Suipacha, De la Serna, Centenario Uruguayo y Camino General Belgrano); Dock Sud y la Isla Maciel.
En estos lugares hubo algunos vecinos que decidieron autoevacuarse en casas de familiares, por lo cual no fue necesario habilitar refugios especiales.

En Villa Corina hubo un corte de energía eléctrica preventivo dispuesto por el municipio y los mismo ocurrió en Dock Sud y en Las Flores y el Acceso Sudeste, en estos casos como parte de un plan de contingencias de la empresa EDESUR.

Asimismo, hubo una explosión de un cable subterráneo de electricidad en la Avenida Belgrano al 2600, que dejó sin energía a toda la cuadra.

También hubo zonas inundadas y con anegamientos en Wilde Este, entre el Acceso y la Autopista Buenos Aires-La Plata, y en el barrio Nueva Ana. Y por la mañana, en la estación Avellaneda.

En cuanto a la caída de árboles, sólo se registraron dos en nuestra ciudad. Uno en el pasaje Magnasco, entre Colón y Palaá, y el otro en Cangallo al 1800.

«El trabajo de poda que realizó el municipio ayudó mucho en este caso», destacó el titular de Defensa Civil, Juan Santos, quien valoró la colaboración prestada por el personal de Bomberos Voluntarios y el buen funcionamiento del sistema de bombeo hidráulico en las calles.

«A las 11.30 de la mañana la situación de todas las calles troncales del Partido estaba normalizada», aseguró Santos, a la vez que estimó que «para el atardecer de la situación de los barrios afectados estaría normalizándose».

Muy distinto fue el caso de Lanús, donde hasta bien entrada la tarde continuaba habiendo zonas completamente bajo el agua, con calles intransitables y vecinos tan inundados como indignados.