Ante la ola de calor es habitual que niñas y niños pasen mucho tiempo del día en diferentes tipos de piletas familiares.
La principal medida preventiva para evitar accidentes y lograr que las mismas sean un lugar de recreación y placer, es que siempre que exista un niño en una casa con pileta debe haber un adulto responsable cuidándolo.
Los niños pueden fácilmente resbalar y caer dentro de la pileta sin hacer ningún ruido, es por eso que la primera medida de prevención es la presencia y el cuidado visual por parte de un adulto.
En el caso de las piletas familiares, también es importante utilizar agua potable para el llenado; si el volumen de agua es pequeño renovarlo en forma diaria, especialmente en las piletas de lona donde ingresan bebés. Desinfectar el agua con el agregado de cloro en proporción apropiada. Evitar el ingreso de demasiados niños a una misma pileta. Aquellos niños que tuvieron diarrea no deberían ingresar al agua hasta pasados algunos días por el riesgo de contaminación y contagio. Se aconseja extremar los cuidados del agua fundamentalmente cuando hay niños pequeños que no tienen control de sus esfínteres.