Texto de Monseñor Margni:

“Llego a ustedes para compartirles algunas designaciones en nuestra Diócesis.

Les comparto, entonces, algunas novedades sobre las comunidades de las parroquias de la Inmaculada y San Maximiliano María Kolbe (Wilde), Nuestra Señora la Conquistadora (Gerli) y San Antonio de Padua (Gerli), y de la Capilla Espíritu Santo (Parroquia San Jorge, Lanús).

1. La Inmaculada y San Maximiliano María Kolbe (Wilde). El padre Gastón Lovizio me ha pedido finalizar su servicio pastoral en esta comunidad de Wilde, por motivos personales, a partir del mes de mayo. Seguirá, naturalmente, ejerciendo su ministerio en nuestra Diócesis, trabajando en el Hogar de Niños Padre Alberto Hurtado, el Colegio Santo Cristo, y acompañando especialmente el servicio del economato, como hasta ahora.

A partir del viernes 3 de mayo y hasta la designación de un nuevo responsable pastoral, nuestro Vicario General, el P. Rubén Oscar López estará a cargo de animar la vida y la misión de la parroquia.

2. Nuestra Señora la Conquistadora y San Antonio de Padua (Gerli). Como ustedes ya saben, el párroco de esta comunidad, nuestro querido padre Jorge (Tocho) Debenedetti, está transitando desde hace algún tiempo algunos problemas de salud, que le impiden desarrollar su tarea normalmente. En razón de ello, el padre Tocho ha decido renunciar a su oficio de párroco, renuncia que se hará efectiva también a comienzos del mes de mayo, continuando su servicio en otras comunidades de la Diócesis según sus posibilidades.

Por su parte, el P. Sebastián Soto me ha pedido finalizar su propio servicio pastoral en San Antonio de Padua este mismo fin de semana. Aunque continuará ejerciendo su ministerio en nuestra Diócesis y en el Obispado Castrense, con el que colabora desde hace varios años, su nueva situación le permitirá acompañar mejor algunas situaciones familiares que demandan su atención en este tiempo.

A partir del mes de mayo, la atención pastoral de las dos parroquias estará a cargo del P. Sebastián Zagari, a quien he designado párroco de ambas comunidades, y del P. Felipe Porta, designado vicario. Iniciarán su tarea el sábado 4 de mayo en Nuestra Señora la Conquistadora y, al día siguiente, domingo 5, en San Ant0nio de Padua. A ambos, les agradezco su disponibilidad para asumir este servicio.

Estas designaciones significarán también una mayor unidad en la misión para estas dos parroquias vecinas, cuyos centros parroquiales están ubicados a muy poca distancia el uno del otro. Las parroquias conservan su autonomía y, naturalmente, su identidad e idiosincrasia; pero tendrán ocasión de trabajar juntas en tareas específicas y proyectos pastorales que, espero, redunden en un mejor servicio a todos los vecinos de Gerli y en un renovado impulso evangelizador para toda esta zona.

Por lo pronto, hasta la asunción del nuevo párroco, nuestro Vicario de ministerios, el P. Osvaldo De Piero, quedará provisionalmente a cargo de la animación pastoral de las dos comunidades, acompañado, en San Antonio de Padua, por el diácono Ernesto Milleiro.

3. Capilla Espíritu Santo, en la Parroquia San Jorge (Lanús). Por último, he designado capellán y rector de esta Capilla al P. Darío Guerra. Desde el año pasado, el P. Darío forma parte del equipo que acompaña el discernimiento vocacional y el primer momento de formación de los aspirantes al diaconado en nuestra Diócesis. Ahora, con esta nueva designación, podrá contar también con una comunidad de referencia para su ministerio, mientras lleva adelante ese servicio en la formación diaconal. Agradezco, desde ya, al P. Darío por su inquietud pastoral, y al P. Gustavo Ercolino, párroco de San Jorge, por su disponibilidad para recibirlo.

Permítanme, antes de finalizar, expresar una vez más mi agradecimiento a todos estos ministros, tanto a los que concluyen su tarea parroquial como a aquellos que asumen nuevas responsabilidades, por la generosidad de su entrega a nuestras comunidades. En ellos, renuevo mi gratitud hacia todos los sacerdotes y diáconos de nuestra Diócesis que, a veces con grandes sacrificios, se entregan al servicio del pueblo de Dios.

Les pido que, como comunidad diocesana, pueblo de Dios peregrino en Avellaneda y Lanús, no dejemos de rezar por nuestros sacerdotes y diáconos. Con nuestra oración, acompañemos también a las parroquias de la Inmaculada y San Maximiliano María Kolbe, Nuestra Señora la Conquistadora y San Antonio de Padua, y a la Capilla Espíritu Santo, en este tiempo de transiciones y de una renovada llamada a revitalizar y fortalecer nuestro testimonio comunitario del Evangelio entre los hombres y las mujeres de nuestro tiempo.”