Diócesis Avellaneda – Lanús: asumen dos nuevos párrocos

Los Presbíteros Daniel Silva y Germán Vargas, nombrados por el obispo, Monseñor Rubén Oscar Frassia toman posesión en sus nuevos cargos.

La oficina de prensa del Obispado de Avellaneda-Lanús informa las tomas de posesión de los nuevos párrocos, Pbro. Daniel Silva y Pbro. Germán Vargas, nombrados por el obispo, Monseñor Rubén Oscar Frassia.

El Pbro. Daniel Silva asumirá como párroco de Nuestra Señora de Lourdes, parroquia ubicada en Guido Spano 1062 de Lanús oeste, el domingo 6 de marzo a las 11 hrs.

La Misa será presidida por Mons. Rubén Frassia. Sus expectativas ante la nueva misión que le encomienda el Obispo, se resumen en el siguiente texto: «Estoy entre ustedes como el que sirve» (Lucas 22, 27). Mi llegada a esta Diócesis de Avellaneda-Lanús fue en julio del 2007. Cuando en una oportunidad conocí al P. Modesto y su obra a favor de los pobres. Sentí la necesidad de hacer una experiencia nueva distinta a la que venía haciendo en la Diócesis de Concepción-Tucumán, de donde provengo.

Ante el fallecimiento del padre ejercí el ministerio sacerdotal en la Parroquia San Pablo con sus respectivas Capillas de Nuestra Señora de Luján (Villa Tranquila) y del Santísimo Sacramento. Actualmente en la Fundación Di Pasquo y en la Parroquia de San José (Villa Domínico) junto al P. Osvaldo Cura.Interiorizarme más íntimamente de la Diócesis, de conocerla, de ver sus necesidades, fue motivo para tomar la decisión de quedarme a ejercer el ministerio sacerdotal. Agradezco de corazón al Padre Obispo Rubén Oscar Frassia la confianza de encomendarme esta nueva tarea y principalmente al Señor que me envía a servirlo en esta Comunidad Parroquial de Nuestra Señora de Lourdes.

También el domingo 6, en Misa de las 17 hrs., el Obispo diocesano pondrá en funciones al Pbro. Germán Vargas como titular de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes (Gral. Heredia 5832, Wilde). En su reflexión sobre esta nueva misión, el nuevo párroco nos dice: «Propagar la alegría en la vida de Dios»

Mis expectativas son las de siempre: trabajar por las ovejas que Jesús pone en mi vida y trabajar, rezar, crecer interiormente y que mis hermanos crezcan también en el amor a Dios y a los demás hijos de Dios que conviven con ellos día a día. La fe, la esperanza y especialmente la caridad son los motores que siempre mueven mi vida; como así también la vocación que Dios me ha regalado, indicándome con ella, su voluntad para que sea feliz. Me ha dado la gratificante obra de administrar esta familia de Nuestra Señora de la Merced, ya que es del Señor, y yo pasaré a formar parte de esa familia como Padre y como Pastor de almas.

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