Por otra parte, es posible deducir que de cada $100 que se destinan al pago de la Asignación Universal por Hijo (AUH), ya se pagan $239 en calidad de intereses de la deuda pública. La inversión en prestaciones sociales se reducen en 7,5% en el primer bimestre, mientras que los gastos de funcionamiento del Estado bajan 3%, producto de los recortes en programas y el achique de la planta de personal. Las jubilaciones y pensiones habían caído un 5,4% real durante el año pasado, mientras que las asignaciones familiares y por hijo decrecieron un 2,5% real: por todo esto, el promedio de prestaciones sociales muestran un descenso agregado del 5,4%. Asimismo, el ajuste sobre los subsidios económicos en el año pasado fue brutal: se redujo un 43,5% en términos reales aunque, paradójicamente, esto no redundó en un ahorro fiscal significativo, producto del desbarajuste cambiario, que incrementó el ticket del desequilibrio comercial para el segmento energético. |