Deserción escolar: «Un llamado esperanzado a padres y docentes»
El Pbro. Luis Domínguez de la Parroquia San Antonio de Gerli da sus conclusiones al finalizar la Semana Social que se llevó a cabo desde el lunes 23 hasta el sábado 28 de noviembre organizada por dicha parroquia con la adhesión de varias organizaciones sociales y barriales.
«Hemos explorado una preocupación que no nos podía dejar ausentes: La deserción escolar. No quisimos callar una tragedia silenciosa que nos acorrala, que trae nuevos desastres y que crea un terreno impredecible donde sólo se puede esperar nuevos flagelos y plagas. Ninguno de ustedes desconoce que nuestras instituciones educativas perdieron su calor de hogar y el éxodo de centenares de adolescentes y jóvenes a la calle, es una de las claves de la verdadera inseguridad en que vivimos. Miles de esos jóvenes en el gran Buenos Aires, muchos de ellos nunca vieron a sus padres trabajar y crecieron en un modelo socioeconómico abismal, son víctimas de los mercaderes de la muerte que los hacen atravesar los límites de la familia hacia los abismos de la droga, el alcohol, la vida fácil, la violencia nocturna, la delincuencia callejera. Yo les pido que tomemos conciencia de que tenemos que hacer algo, que urgentemente nos unamos en Foros, encuentros, escuelas para padres, para encontrar las pistas para una solución. Que si creamos redes de trabajo con la escuela, la comunidad y los padres, podremos lograrlo.»
«Que los docentes entiendan que nada es contra ellos, simplemente deben saber que esos morrudos y musculosos jóvenes y esas coquetas chicas, a veces con aire insolente, son aún niños en formación, necesitados de contención más que nunca, capaces de escuchar, necesitados de consejos y palabras consistentes, necesitados de modelos consecuentes y de limites humanizadores.»
«Que los padres o quienes estén a cargo de los adolescentes y jóvenes, deben saber que tienen un desafío contra reloj para recuperar credibilidad y devolver seguridad a la propia familia. Que estos tiempos difíciles necesitan aprendizaje y formación de todos. Que no escatimen esfuerzos para todos los chicos estén en la escuela. Un solo chico afuera de la institución escolar o en la calle, vagando, está a merced de los vivísimos transas del barrio y es una herida para todos nosotros. No permitamos que nos venzan los que lucran con el dolor y la muerte.»
«A los hermanos apostólicos, evangélicos, y de otras confesiones religiosas del barrio, les pido que nos unamos en esta tarea de vigilancia epidemiológica con tenacidad. Dios sabe que, unidos en el cuidado de nuestros hermanos más pequeños, estaremos siempre fortalecidos por él.»
«A las autoridades educativas, municipales, provinciales; con todo el respeto que se merecen, hasta ahora, no han hecho lo suficiente. Vuestras prácticas no han sido efectivas y la ineficacia y negligencia con que enfrentan este problema sólo ha echado más nafta al fuego. Los chicos simplemente no pueden desaparecer de las listas. Les pedimos su presencia, el apoyo a la innumerable tarea que los vecinos de buena voluntad hacen todos los días para luchar contra este y tantos problemas.»
«A todos y todas, les agradezco la participación en esta Semana Social y los desafío a trabajar con mucha mayor audacia por la construcción de un mundo más humano. Muchas gracias.»