Crisis productiva: artefactos del hogar y electrodomésticos registran caídas en la producción de hasta un 67%

Según el último informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) 2018 ha impactado de lleno en la producción nacional, donde artefactos del hogar y electrodomésticos registran caídas en la producción de hasta un 67%, en relación a igual período del año pasado.

 

En lo que respecta a los niveles de producción, algunos de los bienes que mayor nivel de reducción en su actividad experimentaron, son productos de uso difundido dentro de los hogares: estufas (-38%) cocinas (-35% -lo que significa una caída en la producción de 18.000 unidades-) hornos (-24%) y microondas (-11%).

La producción de electrodomésticos de línea blanca también fue una de las más afectadas por las importaciones y la caída del consumo: los que más cayeron son las heladeras (-67%), secarropas (-48%), lavarropas (-47%) y los freezers (-30%).

“La apertura económica a la competencia externa es uno de los fenómenos que caracterizan el modelo económico del actual gobierno, con el argumento de reinsertar la Argentina al mundo, las políticas aplicadas desde diciembre de 2015 apuntaron a reditar la tradicional posición de argentina como exportadora de materias primas y receptora de capitales externos en beneficio de los grandes grupos económicos”, analiza el estudio ligado a la Licenciatura en Economía de la UNDAV, que actualmente mantiene abierta su inscripción para comenzar a cursar en el Ciclo Lectivo 2019.

Y remarca: “Los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) confirman que durante los treinta y cuatro meses de la gestión de Mauricio Macri, las exportaciones acentuaron su sesgo hacia la primarización, mostrando un fuerte avance de los productos sin valor agregado en detrimento de los bienes con mayores niveles de elaboración. La primarización de la canasta exportadora se da incluso tras haber traspasado la mayor sequía de los últimos cincuenta años”.

Los principales números marcan que el intercambio comercial cae en U$S 6.453 millones en lo que va de 2018 cifra que, a pesar de la brutal devaluación, es 26,5% mayor a la del año pasado.

El resultado comercial de 2018 debería ser superavitario en U$S 3.300 millones, según el Fondo Monetario Internacional, aunque el análisis parcial de los primeros 9 meses indica que el diagnóstico es errático.

También según el acuerdo con el FMI, las importaciones deberían cerrar 2018 con una caída del 17,8% pero en los primeros 9 meses el año ya crecen un 5,9%.

“La consecuencia de la política comercial actual es que las importaciones ganan terreno sobre la producción local provocando no solo destrucción de puestos de trabajo y capacidades de exportación sino también una reversión del proceso de sustitución de importaciones y un desahorro de divisas que amplifica los problemas generados por la restricción externa. En este marco es que la economía argentina ha tenido sistemáticamente déficits en sus cuentas externas que han sido financiadas mediante los dólares obtenidos por la emisión de deuda externa y el ingreso de capitales especulativos. Puntualmente, hace 20 meses que la economía nacional presenta déficits en su balance comercial, lo cual no sucedía desde el período junio-97/marzo-99 en donde el déficit duró 22 meses”, consigna el informe universitario.

Vinculado con esto, se verifica una incipiente primarización de la matriz exportadora: desde inicios de 2016, los productos primarios y sus manufacturas explican tres puntos más de las exportaciones totales, en relación al período previo a 2016.

Es así que, a pesar de la fuerte apertura comercial y el incentivo cambiario de los años 2016 y 2018, la cantidad de empresas exportadoras se redujo más de 8% desde el año 2015.

Ante este panorama, el saldo de la balanza comercial sería un 52% más deficitario si en 2018 se hubieran tenido los precios internacionales del año pasado.

En este sentido, las exportaciones caerían 4,3% y el saldo comercial sería 20,5% más deficitario al noveno mes de este año, de haberse mantenido los precios de 2017 en materia de comercio exterior.

“La economía argentina se encuentra transitando nuevamente un proceso en donde los desequilibrios externos generados por la apertura financiera y comercial serán corregidos por un shock del tipo de cambio. Tal como explican en uno de los trabajos fundacionales de la literatura económica argentina Braun (el padre del actual secretario de política económica) y Joy, el ajuste en los desequilibrios de las cuentas externas, en este caso de la balanza comercial se dará producto de la feroz recesión a la cual se encamina la economía nacional en lugar de una salida virtuosa por un aumento de las exportaciones”, concluye el estudio.

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