Con un llamado a renovar el espíritu sinodal, Quilmes celebró a la vida consagrada
Con una misa presidida por el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera y concelebrada por el obispo electo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Julián Margni, la diócesis celebró el 8 de septiembre la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
En el día de la Natividad de la Virgen María, la diócesis de Quilmes celebró la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, con una misa en la capilla del obispado.
La Eucaristía estuvo presidida por el obispo diocesano, monseñor Carlos José Tissera, y concelebrada por el obispo electo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Julián Margni y el obispo emérito de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín.
A través de la plataforma Zoom, se unieron a la celebración los representantes de las comunidades de religiosos y religiosas de la diócesis.
La homilía estuvo a cargo de monseñor Romanín, quien se dirigió a los consagrados: “Este momento histórico que nos toca vivir requiere que fortalezcamos los diversos rasgos de nuestra identidad carismática, que asumamos el espíritu sinodal como nuestra manera de situarnos ante la construcción del tejido eclesial entre los más pobres de nuestro pueblo. Que seamos fieles al compromiso asumido en nuestra profesión religiosa, como una respuesta constantemente renovada, a la especial alianza que Dios ha sellado con nosotros”, animó.
Monseñor Tissera, por su parte agradeció el trabajo de las comunidades en la diócesis y recordó al primer obispo de Quilmes, el siervo de Dios Jorge Novak. Finalmente, monseñor Margni, quien hasta hace poco se desempeñó como obispo auxiliar de la diócesis, se despidió de las religiosas y religiosos, agradeciéndoles “por la historia personal y comunitaria” que vivió con cada una y cada uno de ellos en diferentes momentos de su vida.+