Colombia y las FARC alcanzaron el acuerdo definitivo de paz

El gobierno de Colombia y las FARC firmaron esta noche en La Habana el acuerdo definitivo de paz con el que buscan poner fin a un conflicto armado de más de 50 años y que ahora debe ser refrendado por la ciudadanía en un plebiscito que se realizará el 2 de octubre y por una “conferencia” interna de la organización guerrillera.

Asimismo, las partes dijeron que “una vez realizado el plebiscito, convocarán a todos los partidos, movimientos políticos y sociales, y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran acuerdo político nacional encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande”.

Esa convocatoria persigue el objetivo de poner en marcha “un nuevo marco de convivencia política y social” en el país, según se expresa en la introducción del documento suscripto.

“Este día comienza el fin del sufrimiento en Colombia; las FARC dejan de existir y se convierten en un movimiento político”, aseguró el presidente Juan Manuel Santos, en un mensaje que pronunció en Bogotá una vez que terminó la ceremonia en la capital cubana, y en el que precisó la fecha de realización del plebiscito.

El histórico convenio fue firmado minutos antes de las 20 (las 21 en la Argentina) por los delegados de las partes y de los países garantes (Cuba y Noruega) y acompañantes (Chile y Venezuela) de la negociación que comenzó formalmente el 19 de noviembre de 2012.

Del instrumento, que contiene alrededor de 200 páginas, se firmaron siete ejemplares originales: uno para cada parte, otro para cada uno de los países garantes y acompañantes, y el restante para la Organización de Naciones Unidas (ONU).

“Las delegaciones del gobierno nacional y de las FARC anunciamos que hemos llegado a un acuerdo final, integral y definitivo sobre la totalidad de los puntos de la agenda del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera en Colombia”, dice el primer párrafo del extenso comunicado conjunto.

El texto, cuya lectura estuvo a cargo del delegado de Cuba, Rodolfo Benítez, subraya que el instrumento firmado “recoge todos y cada uno de los acuerdos alcanzados” durante las negociaciones.

Asegura que para obtener ese entendimiento, las partes se ajustaron “siempre y en cada momento” a la Constitución colombiana, “los principios del derecho internacional, del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho internacional y humanitario, de lo mandado por el Estatuto de Roma (derecho internacional penal), de los fallos proferidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos relativos a los conflictos y su terminación, y demás sentencias de competencias reconocidas universalmente”.

Según la nota, “el eje central de la paz es impulsar la presencia y la acción eficaz del Estado en todo el territorio nacional, en especial en múltiples regiones doblegadas hoy por el abandono, por la carencia de una función pública eficaz y por los efectos del mismo conflicto armado interno”.

“Es meta esencial de la reconciliación nacional la construcción de un nuevo paradigma de desarrollo y bienestar territorial para beneficio de amplios sectores de la población, hasta ahora víctima de la exclusión y la desesperanza”, agrega el documento.

De acuerdo con la introducción del acuerdo, que fue leída por el delegado de Noruega, Dag Nylander, el fin del conflicto busca “construir una paz estable y duradera con la participación de todos los colombianos y colombianas”.

“La guerra ha terminado y estamos seguros de haber logrado una hoja de ruta para Colombia; es el momento de darle una oportunidad a la paz”, afirmó el jefe del equipo negociador del gobierno, el ex vicepresidente Humberto de la Calle.

“Creo que hemos ganado la más hermosa de todas las batallas, la de la paz; termina la guerra de las armas y comienza el debate de las ideas”, dijo a continuación el número dos de las FARC y líder de sus negociadores, Luciano Marín, alias Iván Márquez.

La expectativa por el anuncio del acuerdo final fue creciendo con el correr de la jornada, sobre todo desde que Santos dijera que esperaba darle hoy mismo una noticia “histórica” a los colombianos.

El gobierno de Colombia y las FARC iniciaron formalmente la negociación del acuerdo de paz el 19 de noviembre de 2014 y las conversaciones siempre se llevaron a cabo en La Habana.

En noviembre de 2014, el gobierno suspendió el proceso a raíz del secuestro de cuatro personas por parte de las FARC y la negociación se rehabilitó un mes después, tras la liberación de los rehenes.

Otro momento de gran tensión tuvo lugar en abril de 2015, cuando las FARC asesinaron a 10 militares y las fuerzas armadas respondieron al mes siguiente con un bombardeo en el que murieron 26 guerrilleros.

El diálogo cobró fluidez definitiva a partir de enero de este año, cuando las partes comenzaron a discutir el cese de hostilidades definitivo, que anunciaron el 23 de junio último.

noticias relacionadas