Ciclis Club Juventud de Sarandí, el lugar del billar y la amistad

El tradicional club, ubicado en Villegas al 3000, esquina Ferré, sigue siendo sede de importantes torneos de billar en nuestra ciudad.

El tradicional Ciclis Club Juventud de Sarandí, ubicado en Villegas y Ferré, sigue siendo sede de importantes torneos de villar en nuestra ciudad. Recientemente allí se disputó la “Copa Amistad”, un torneo que ya se convirtió en un clásico del Ciclos y que en esta oportunidad contó con más de cuarenta participantes de reconocidos clubes del Gran Buenos Aires, La Plata y Capital, como por ejemplo Unión de Quilmes, el Club Boedo y Los 36 Billares.

“Esta Copa representa la amistad entre clubes de barrio, hacemos cuatro o cinco torneos de estas características durante el año y también vamos a otras sedes cuando organizan”, le comentó a La Ciudad el presidente de Ciclis Club, Juan Carlos Arrabito.

Consultado sobre el juego del billar en la actuialidad, Arrabito comentó que por lo general los partidos son largos porque nadie regala nada y algunos juegan a “esconder la bola” y no dejársela fácil al rival.

“Hay jugadores más defensivos que otros, es molesto jugar a veces contra ellos porque no te dejan nada. Vos jugás franco pero el otro te esconde la bola y te vuelve loco”, reconoció Arrabito al referirse a las variantes tácticas del billar.

Setenta años de historia en Sarandí
El Ciclis Club Juventud de Sarandí se fundó el 21 de octubre de 1941, de la mano de un grupo de jóvenes amantes del ciclismo, que tenía al “Tano” Mora, en la esquina de Ferré y Solier, como al bicicletero de cabecera.

“Como en esa época se usaba mucho la bicicleta, decidieron fundar un club de ciclismo, y se hacían entre cinco y seis carreras anuales por las calles del barrio”, comentó Arrabito.

Cuando el ciclismo por las calles de Sarandí se hizo difícil practicarlo, el club comenzó a intervenir en los torneos de fútbol con clubes del barrio como Arsenal y Sarmiento, aprovechando la gran cantidad de potreros que había en Sarandí.

“Eran lindos torneos, en la zona del arroyo había cuatro canchas de cada lado. De acá salieron grandes jugadores como Santoro, Mura, Perfumo, Bernao -recordó Arrabito- pero después se acabaron lo potreros y prácticamente se terminó el fútbol”.

Cuando la urbanización y las nuevas edificaciones fueron dejando a los vecinos sin espacios para jugar al fútbol, el Ciclis Club tuvo que centralizarse en otras actividades y, desde hace alrededor de quince años, el billar se convirtió en lo central.

“Teníamos un billarcito solo, de los denominados medio match, y como cada día venía más gente a jugar, decidimos comprar uno más grande”, relató el presidente del Club.

El problema después fueron lo días de humedad, porque no se podía jugar bien ya que las bandas “despedían” distinto y no tomaban los efectos. Por ello, el nuevo paso fue ponerle calefacción al billar y, de esta manera, se fueron profesionalizando cada vez más.

“Después, a medida que iban viniendo más aficionados, íbamos comprando más billares porque veíamos que era una buena entrada para solventar los gastos del club. Hoy lo estamos financiando con esto”, explicó Arrabito.

Más allá de los torneos, el Ciclis Club tiene una activa vida social durante toda la semana. Vecinos de Sarandí se dan cita allí de lunes a viernes de 16 a 22 horas para jugar, además de billar, a todo tipo de juego de mesa, como el ajedrez, damas o cartas.

Aquellos que deseen aprender las técnicas del billar o retomar la actividad tras años de no practicarla, podrán encontrar en Ciclis Club a un grupo de socios dispuesto a integrar a los nuevos jugadores y a enseñarles las técnicas, sin egoísmos y en un marco de solidaridad.

Con una cuota social de apenas diez pesos por mes, Ciclis es el lugar ideal para que los vecinos de Sarandí puedan compartir con sus pares, no solo el billar y el resto de los juegos, sino también buenos momentos en un ámbito familiar y de compañerismo.

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