Canto de amor a Piñeiro

Organizado por la Sociedad de Fomento y Biblioteca “Presidente Avellaneda” y auspiciado por la Comisión Permanente de Homenaje a Piñeiro, la Casa de la Cultura local y la Delegación Municipal de Villa Porvenir , se llevó a cabo una nueva puesta del espectáculo histórico, poético y musical “Canto a Piñeiro” para honrar a la localidad en el Bicentenario de la Patria.

Parecía que la tarde del sábado 17 anunciaba una noche lluviosa y desapacible. Sin embargo, la gente seguía llegando a la Sociedad de Fomento y Biblioteca “Presidente Avellaneda” en Pavón y Villegas.

Organizado por dicha Institución y auspiciado por la Comisión Permanente de Homenaje a Piñeiro, la Casa de la Cultura local y la Delegación Municipal de Villa Porvenir – Piñeiro, se desarrollaba allí una nueva puesta del espectáculo histórico, poético y musical “Canto a Piñeiro” para honrar a la localidad en el Bicentenario de la Patria. Se contó con la presencia del Director de Patrimonio Cultural de Avellaneda, Sr. Arturo Marrone y la asistencia de vecinos y amigos ansiosos por compartir esta puesta.

La obra original, estrenada en 1998, se llevó a cabo con investigación histórica de Rudi Varela, adaptación del texto por Elsyster Sánchez Barberena y música original de Laura Varela. La actual puesta fue coordinada por Judith Gómez Bas, autora también de los poemas. En cuanto a la proyección del video, iluminación, audio y escena final se contó con la asistencia de Andrés Cornejo Zambrano, David Crespo, Mihail Flores Ortega y Pablo Suárez y la valiosa colaboración de Mónica Giraldez.

A través de la proyección de un magnífico video de arte como escenografía de fondo, la voz de Cristina Osimani a través de claros relatos iluminaba sobre la historia y el desarrollo local, mientras como contracanto, la cadencia de Elba Gallenti ponía emoción a los poemas de cada fragmento de dicha historia.

Era un verdadero deleite estar atentos a la irrupción de Laura Varela que, con su maravillosa voz, y tañendo en cada caso un instrumento diferente, ponía color musical a cada tramo.

Desde el aborigen originario hasta los inmigrantes de sangre gallega al son de la pandereta, las páginas del libro de la historia piñeirense se daban vuelta una a una.

Así fuimos develando los secretos de los personajes que hicieron Piñeiro, como Felipe, miembro de la familia y otros. Los personajes que, en 1829 firmaron el Pacto de Barracas, de tanta influencia en la Historia Nacional. Para este caso, Laura compuso una huella sobre la Quinta Grande que bailaron Edurne de Lasuen y Vanesa Robles con la elegancia propia de dicha danza tradicional.

También los negros rioplatenses fueron mencionados en el relato, con un alegre candombe que las bailarinas citadas ejecutaron con alegría.

La emoción llegó a un punto máximo cuando apareció la figura de Trinidad Piñeiro, interpretada magistralmente por Nadina Luz Castañeda, quien al influjo de la voz de Laura mostró el cambio sufrido por este personaje, heredera de las tierras, desde su juventud despreocupada en saraos y reuniones, hasta su vejez rondando la insanía cuando a pesar de haber cedido algunas de sus tierras a favor del progreso, las otras le son arrancadas con la excusa de su enfermedad.

Luego pasaron las escuelas, el ferrocarril y la pintoresca Avenida Galicia.
Una viñeta tanguera hizo alusión al tranvía y a los laburantes, personajes que hicieron de Piñeiro un barrio proletario con aroma a dama de noche y a tango.

No faltó en este racconto la simpática figura de Edmundo Fernandez “Mumita”, que en la canción compuesta por Judith y Laura describe el amor que le tenían sus vecinos a este personaje singular.

Pero, sin dudas, la emoción se agolpó en todas las gargantas cuando desde el fondo y traída en andas, a modo de las tradicionales Fiestas Patronales, emergió la silueta de la Virgen del Rosario, interpretada angelicalmente por Nadina.
Todas las miradas estaban temblorosas y con alguna lágrima que se colaba sin querer… Fue un momento casi místico… “Que se acerquen todos / que vengan al barrio / que toquen campanas / en el campanario…”

Si, indudablemente este “Canto a Piñeiro” fue un canto de amor, de identidad barrial compartida, de pertenencia… Algo realizado entre muchas personas, entretejido con cuidado y armonía para movilizar la emoción en todos los corazones, que siguieron cantando… “unidas las manos /en abrazo fuerte …”

M. Álvarez Magide

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