En 1801 vio la luz el primer periódico del entonces virreinato del Río de la Plata, hoy Argentina: “El telégrafo mercantil”, aparecido el 10 de abril, durante el virreinato de Joaquín del Pino. Su director era el español Francisco Cabello; tenía ocho páginas y se editaba en la “Imprenta de los niños expósitos”. Como decía cosas que molestaban al poder, fue clausurado por orden del virrey en octubre de 1802.

Ocho años después, el 7 de junio de 1810 Mariano Moreno fundó la “Gazeta de Buenos Ayres”, primer periódico de la etapa independentista argentina. La Primera Junta indicó por decreto su fundación por ser necesario anunciar al público los actos oficiales y las noticias exteriores y locales. Sus primeros redactores fueron

Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli. En 1938 en recuerdo de aquel medio gráfico, el primero con ideas patrióticas, fue instituido el Día del Periodista.

La zona sur siempre se destacó por su intensa actividad periodística, ya en 1940, según enumera el anuario del diario Libertad, en nota titulada: “El periodismo de esta ciudad cumple una tarea de docencia cívica” estos eran los medios gráficos existentes en el momento: La Libertad, La opinión, La Tribuna popular, Valentín Alsina, La acción de Lanús, Nueva vida, Panorama, La actualidad, Magazine Avellaneda y El Pueblo, entre otros.

Justamente el semanario El Pueblo, llamado el “órgano de los intereses locales” fue el primer periódico de nuestra ciudad, con él se inaugura el periodismo gráfico en Barracas al Sud.

Comenzó a editarse a partir del 1° de julio 1877, el director y fundador del periódico fue Manuel Justiniano Estévez, quién había ejercido múltiples funciones dentro del municipio: fue el primer presidente del Consejo Escolar de Barracas al Sur y seis veces máxima autoridad del poder ejecutivo comunal, cinco de ellas con el cargo de Presidente Municipal y la restante con el título de Intendente.

El Pueblo, veía la luz cada domingo, no excediendo las 3 páginas incluía todo tipo de noticias: internacionales, nacionales y locales, desde curiosidades y absurdos hasta las denuncias mas descarnadas contra la desidia de los gobiernos en sus diferentes esferas.

De lectura simple y amena no estaba dividido en secciones, sino en columnas sin orden pre establecido.

Se financiaba no solo con su venta, también contribuía a ella las numerosas publicidades incluidas.

Podían leerse en sus grandes hojas desde el casamiento de una princesa europea hasta el robo de unas bolas de billar en un boliche local.

Las aguas del Riachuelo (26/2/1882)
El olor que despiden las aguas del Riachuelo es insoportable, y sobre todo en aquellos días en que se hace sentir mas el calor.
Ayer conversamos con personas que viven por aquellas inmediaciones y nos decían que hay días que es tan fuerte el olor que no se pueden sentar a la mesa hasta tanto no cierran herméticamente todas las puertas de la pieza en donde van a
comer.

Pobres calles (25/12/1881)
El martes último se encajó una carreta cargada de ladrillos en la calle Libertas entre Colón y Progreso. Después de cuatro horas de inútiles esfuerzos ocho yuntas de bueyes se encargaron de arrancarla a viva fuerza de ese precipicio. Una hora después un carro de carneros corrió la misma suerte.

Que descendencia (19/2/1882)
En la Provincia de Perahyba ha fallecido Joaquín Mario de Silva, de 106 años de edad, según O Brado tuvo 450 descendientes, en esta forma: 25 hijos, 181 nietos. 237 biznietos y nueve tataranietos, de los cuales vivían al tiempo de su fallecimiento 7 hijos, 92 nietos, 148 biznietos y 9 tataranietos.

Recién nacido barbudo (12/2/1882)
En Valencia ha ocurrido un hecho fenomenal. Una criatura nació con barba. A los tres días aquella le daba por la mitad del pecho.
Los padres asustados llamaron a un barbero y se la hicieron cortar. La vida, la fuerza de la criatura, moderno Sansón, dependía de sus cabellos, según parece , por que a las cuatro semanas murió.

Tentativa de homicidio (20/3/1881)
El individuo Francisco Gillio con la resolución de concluir con sus días, se arrojó el miércoles al Riachuelo desde el Puente Alsina y hubiera conseguido su intento a no ser por la oportuna y abnegada intervención de Don Pedro Bidart que con riesgo de su vida lo sacó a la orilla. Guillio sufrió en la caída la dislocación de una pierna, por lo cual fue remitido al Hospital.

¡Qué Justicia! (26/2/1882)
El lunes de carnaval a las 4 de la tarde pasaba por la calle Saavedra el individuo Francisco Casisia (…) dos niñas mojaron a Casisia; se enfureció este y corrió tras las niñas que se ocultaron en el interior de su casa. Casissia penetró en ella como perico por su casa y no encontrando a las niñas dio a la madre de ellas, María Nochetti un sonoro bofetón en el rostro causándole un moretón que según dicen su esposo Manuel Bo, aún le dura.

¡Ojo! (9/10/1881)
A los vecinos que tengan perros de estima les avisamos que los aten o los encierren, pues, los vigilantes vestidos de particular andan repartiendo bolillas de estricnina que es un gusto.
Muchos son los perros de estima que han muerto envenenados en estos últimos días.

Municipalidad de Barracas al Sur (13/3/1881)
Por orden superior se previene al vecindario que los que deseen usar disfraz en las próximas fiestas de carnaval están obligados a sacar el permiso correspondiente del Juzgado de Paz. Los que se encontrasen sin este requisito serán arrestados y penados con multas.

Pesca curiosa (16/7/1882)
Unos pescadores de Marsella han cogido un pez enorme, en cuyo vientre se han encontrado dos toninas enteras y la cabeza de un hombre.

Accidente (14/8/1881)
El vigilante Juan Mansilla iba el miércoles a la tarde por cerca del arroyo de Lemos, cuando un accidente repentino le hizo caer del caballo que montaba. Inmediatamente fue auxiliado por un colega suyo que con la ayuda de otras personas lo trasladaron a su casa, prodigándole los primeros auxilios.

Desorden (9/10/1881)
En el almacén de Don Juan Berguer tuvo lugar un desorden en la tarde del lunes 24 del corriente siendo aproximadamente las 4 pm.
Resultando herido en el labio superior, de un vasazo, el individuo Pedro Castillo.

Incidente (6/8/1882)
El jueves á las nueve de la noche transitando Francisco Salas por la calle Mitre casi esquina á Maipú, se le cayó el sombrero y al inclinarse para cojerlo sintió un fuerte golpe en la «espalda.
Era un vigilante ebrio que se lo había aplicado y que al toque de pito acudió otro de sus colegas; conduciendo á ambos a la comisaria, es decir, al vigilante ebrio y á Salas, e este último para que declarara lo que le habia sucedido

Invención utilísima
Un portugués, el señor López ha inventado un ingenioso aparato para efectuar por un procedimiento puramente mecánico la operación aritmética de la suma.
Todo el mecanismo se reduce a un contador compuesto de cinco ruedas, cada una de las cuales, provista de diez dientes, viene a engranar con el eje de la inmediata. Haciendo girar, merced a un pequeño punzón, según las unidades de cada orden contenidas en los sumandos, se obtiene al fin el valor de la suma.

Casada viuda y doncella (18/6/1882)
Acaba de efectuarse en Varsovia un enlace que se hará celebre.
La novia es hermosísima, su fortuna es inmensa y tiene unos 22 años. El novio tiene ochenta y seis y es un pobre mendigo…

El hombre mas pesado (11/6/1882)
En los Estados Unidos ha fallecido un joven de 18 años, llamado Daniel Navahauwar que pesaba la friolera de 299 kilos.

El periódico llevaba un registro semanal de los delincuentes detenidos y de los matrimonios y bautismos, parece increíble pero se registraban mas actividades en las iglesias que en las comisarías, el ejemplar del 1 de mayo de 1881 declara:
He aquí el nombre de los individuos arrestados desde el 24 del corriente hasta la fecha: Día 27 fue preso Eugenio Laferriere por haber estropeado a su madre.
En el mismo período se registraron 6 bautismos, 2 matrimonios y 3 defunciones. (1 por tuberculosis y dos por tétanos)

Aún, por suerte, faltaba bastante tiempo para que se generara esa concepción de entender a un diario como un factor de poder y/o presión y mucho menos como un
multimedio con la capacidad no solo de trasmitir la realidad sino de intentar modificarla a su favor.

Mariano Fain
mariano.fain@elhistoriador.com.ar