Avellaneda lamenta y comparte el dolor por la muerte del poeta Juan Gelman

Periodista y traductor, murió ayer en México, donde vivía desde hace 20 años. Fue figura clave de las letras de Iberoamérica, ganador de prestigiosos premios, entre ellos el Cervantes 2007, y un luchador incansable por los derechos humanos.

La Municipalidad de Avellaneda expresa su pesar por la desaparición física del periodista, traductor y poeta argentino Juan Gelman, quien murió ayer a los 83 años en la Ciudad de México, donde vivió las últimas dos décadas.

Gelman nació en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930. Hijo de emigrantes judíos ucranios, se dedicó a diferentes oficios (e incluso probó con estudiar Química) antes de entrar en el mundo del periodismo, allá por la década del ’60, aunque ya desde los nueve años escribía poemas. Como periodista arrancó en Orientación, semanario del Partido Comunista Argentina (PCA). Pasó por la revista Confirmado y después trabajó en la sección internacional de Panorama y La Opinión (1971-1973), la revista Crisis (1973-1974) y fue jefe de redacción del diario Noticias (1974). Con el regreso de la democracia se sumó a Página/12, donde escribió desde el primer número hasta la contratapa del último domingo.

Violín y otras cuestiones fue su primer libro de poesía, publicado en 1956 y prologado por Raúl González Tuñón. Ya nacía ahí, como el mismo Tuñón observó, un poeta “nacional, porteño, muy nuestro”. Esas características distintivas de sus versos las plasmó en el resto de su obra, de la que de su primera época se destacan Gotán (1962), Cólera Buey (1965) y Los poemas de Sydney West (1969).

Su actividad política y su compromiso fueron intensos. Tras la Revolución Cubana abandonó el PC y en 1967 se incorporó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que luego se fusionaron con Montoneros. En 1975, Gelman fue enviado al extranjero para denunciar públicamente la represión y la violación de la Triple A.

En 1976 secuestraron a sus hijos Nora Eva y Marcelo Ariel, junto a su nuera María Claudia Iruretagoyena, embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio. Con la “Contraofensiva”, Gelman rompió con Montoneros. Pero vivió en el exilio hasta 1988. Residió en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y finalmente en México DF.

En 2000 finalmente se reunió con su nieta María Macarena Gelman García, que había sido criada en Uruguay, donde había estado secuestrada su madre como parte del Plan Cóndor. Años antes, el Equipo Argentino de Antropología Forense encontró el cuerpo de su hijo Marcelo en un tanque con cemento en el río, en San Fernando.

En 1997 ganó el Premio Nacional de Poesía en Argentina; el Juan Rulfo en 2000; en 2004 el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde; en 2005 los premios Iberoamericano Pablo Neruda y Reina Sofía de Poesía, entre otros. Y en 2008 recibió nada menos que el premio Cervantes 2007.

“A la poesía hoy se premia, como fuera premiada ayer y aún antes en este histórico Paraninfo donde voces muy altas resuenan todavía. Y es algo verdaderamente admirable en estos “Dürftiger Zeite”, estos tiempos mezquinos, estos tiempos de penuria, como los calificaba Hölderlin preguntándose “Wozu Dichter”, para qué poetas.
¿Qué hubiera dicho hoy, en un mundo en el que cada tres segundos y medio un niño menor de cinco años muere de enfermedades curables, de hambre, de pobreza? Me pregunto cuántos habrán fallecido desde que comencé a decir estas palabras. Pero ahí está la poesía: de pie contra la muerte”, agradeció aquel galardón en España Juan Gelman, el hombre que luchó y escribió hasta el último día de su vida.

La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, decretó tres días de duelo nacional por la desaparición física del escritor.

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