“Avellaneda Filma”, cuando la ciudad es la protagonista

Un programa municipal de fomento y apoyo a la industria audiovisual. Iñaki Echeverría y Oscar Frenkel (foto) se hicieron cargo de la flamante Secretaría de Comunicación Institucional, que tiene su eje en lo “audiovisual”.

A un año y medio aproximadamente de su relanzamiento, el programa “Avellaneda Filma” ya se ha consolidado como una propuesta muy atractiva para cineastas y productores audiovisuales, que ven a nuestra ciudad como una alternativa más que viable a la hora de rodar sus películas, series y publicidades.

Con la creación de la Secretaría de Comunicación Institucional, dispuesta por el intendente Jorge Ferraresi el año pasado, el programa recibió un renovado impulso y se potenció hasta convertirse en una eficaz herramienta, utilizada por muchos productores y realizadores audiovisuales, que decidieron cruzar el Riachuelo para rodar sus obras.

“El programa ya existía, lo que nosotros hicimos fue tomarlo desde la experiencia que teníamos en trabajar en películas y publicidades en el ámbito privado, especialmente en la Capital Federal, donde todo es más complicado y más caro”, explicó a La Ciudad el secretario de Comunicación Institucional del municipio, Iñaki Echeverría, quien junto al subsecretario, Oscar Frenkel, relanzaron el programa “Avellaneda Filma”. “Cuando llegamos al municipio encontramos el potencial de un programa que ya estaba creado, así que nos sumamos a esa propuesta y decidimos dinamizarlo aún más”, agregó.

“Avellaneda Filma es básicamente un programa de incentivo y apoyo a la industria audiovisual, que intenta que la realización de películas sea una posibilidad concreta y donde conseguir una locación no signifique tener que entrar en una burocracia de meses, que al final la vuelve irrealizable”, afirmó Iñaki, a la hora de plantear los objetivos generales de la iniciativa.

En ese sentido, cabe destacar que Avellaneda tiene muchas ventajas para las productoras, ya que a su cercanía con la Ciudad de Buenos Aires, suma una importante cantidad y variedad de locaciones.

Además de las clásicas, como fábricas abandonadas o barracas, nuestra ciudad tiene actualmente para ofrecer una fantástica reserva ecológica, con una geografía selvática única; la zona de quintas; modernos polideportivos; grandes estadios; el cementerio; el mercado frutihortícola y la posibilidad de coordinar con muchas instituciones locales con sedes e instalaciones maravillosas para la realización de diferentes rodajes.

Si bien la Ciudad de Buenos Aires ofrece desde hace años diversas posibilidades para filmar, las tarifas allí son bastante caras y los trámites son más lentos y engorrosos. “La Municipalidad de Avellaneda conoce y está atenta a todas las necesidades de una productora, como para poder activar rápidamente las gestiones ante otras áreas, organismos o entidades de la ciudad”, aseguró Iñaki.

A modo de ejemplo, el secretario de Comunicación Institucional relató que “los productores de una película, que vino a filmarse acá, nos contaron que necesitaban actores, así que enseguida coordinamos con el Instituto Municipal de Teatro y se hizo un casting que les solucionó la búsqueda. Por eso decimos que Avellaneda Filma no es algo fijo o estanco, sino que se va a adaptando a las necesidades de las producciones que vienen”, describió Echeverría.

A partir de toda esta “movida audiovisual”, en los últimos años se rodaron en Avellaneda escenas de reconocidas series como “Un gallo para Esculapio” o “El Marginal”, películas de estreno reciente como “Lobos” y publicidades de distinta índole, incluyendo una de Uber para la pasada Copa América.

“Una de las últimas películas, y tal vez de las más importantes a nivel afectivo, porque fue producida por Lita Stantic, una verdadera eminencia del cine argentino, fue ´La Deuda`, dirigida por Gustavo Fontán, y cuya historia transcurría en Avellaneda, en la estación de tren de Gerli, donde precisamente se filmó”, recordó Echeverría. “Allí se dio también que una de las escenas transcurría en un Bingo, un lugar difícil de acceder para ellos como productores. Entonces articulamos desde el municipio con el Bingo Avellaneda y logramos establecer ese vínculo entre privados, que finalmente posibilitó que la escena pudiera rodarse”.

Otro caso similar es el largometraje El Origen de la Tristeza – cuyo director es el propio Oscar Frenkel, ver aparte – rodada íntegramente en Sarandí y basada en una novela del escritor avellanedense, Pablo Ramos.

Si bien acceder a las locaciones de Avellaneda tiene un canon para los realizadores, en algunos casos existe también un sistema de donaciones solidarias, para que las productoras – generalmente las más grandes – aporten algo de valor para la comunidad. Ese fue el caso de Pol-Ka, por ejemplo, que hace poco estuvo filmando en el viejo edificio municipal, y luego hizo una donación de una cámara para los chicos que están estudiando audiovisuales en los programas Envión. “También hubo un aporte de una productora que filmó una publicidad en la pista de atletismo del Parque Domínico, que donó treinta pares de zapatillas de running para los deportistas”, agregó el Secretario.

 

El pasado en imágenes
Además de seguir haciendo crecer el programa “Avellaneda Filma”, uno de los proyectos que está impulsando esta nueva Secretaría de Comunicación Institucional es el de crear el Archivo Audiovisual de Avellaneda.

“La búsqueda empezó por el propio Patrimonio Histórico municipal, por el Archivo General de la Nación y de la Provincia, donde recabamos información sobre registros que había de Avellaneda”, explicó Echeverría.

Además de los videos que circulan por Internet, la idea es que este futuro Archivo se vaya nutriendo de los propios vecinos que se sumen a esta “recuperación histórica”, aportando imágenes de distintos hechos del pasado. “La idea es armar una memoria audiovisual de Avellaneda”, completó Inaki.

La nueva secretaría
Iñaki Echeverría y Oscar Frenkel se hicieron cargo de la flamante Secretaría de Comunicación Institucional, que tiene su eje en lo “audiovisual”, aspecto que, según explicó el propio titular del área, “estaba a un poco retrasado.

“Buscamos darle un plus para que estuviera a la altura de la gestión de Jorge Ferraresi y de la enorme cantidad y calidad de cosas que se hacen desde el municipio”, puntualizó Echeverría.

“El origen de la tristeza”, el primer largometraje avellanedense
El primer largometraje que se filmó íntegramente en Avellaneda, estrenado el año pasado, fue “El origen de la tristeza”, cuyo director, Oscar Frenkel, es actualmente el subsecretario de Comunicación Institucional.

“La película está basada en la novela escrita por Pablo Ramos y transcurría toda en Avellaneda, por lo que ya era necesario venir a filmar acá, no había ninguna otra posibilidad. Gracias a Vero, la hermana de Pablo, fuimos a ver al intendente, le contamos el proyecto y le interesó”, sostuvo Frenkel, al referirse a la génesis de “El origen de la tristeza”, en la cual, según adelantó, hay varias historias que se cruzan, pero básicamente es una historia de chicos, en un verano en Sarandí”, sintetizó.

Lo que aportó el Municipio para esta filmación fue muy variado, desde la logística hasta el contacto con las distintas locaciones, las cuales estaban todas en Sarandí, desde Magán y Rivadavia hasta la costa ribereña. Además, cabe destacar que trabajaron actores de Avellaneda, Lanús y Berazategui, entre otros distritos.

Si bien fue su primer largometraje, Frenkel ya contaba con experiencia a la hora de rodar, porque había hecho cortometrajes, mediometrajes y muchos videoclips. “Se armó un equipo muy bueno, con Javier Leoz y el propio Pablo Ramos”, destacó.

Consultado sobre cuáles son las mayores dificultades a la hora de encarar un proyecto de este tipo, Frenkel no dudó y se refirió a la exhibición. “La posibilidad de tener dónde mostrar es lo más complicado, no hay muchos lugares para exhibir películas, fuera de lo que es el circuito comercial”, sostuvo, a vez que destacó la labor del municipio en apoyo a la industria audiovisual independiente y el potencial creativo de Avellaneda, con su escuela de cine y numerosos escritores, historiadores y personas vinculadas al arte.

 

 

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