Era un “semanario festivo, literario, artístico y de actualidad”, como se autocalificaba, y constituía un periodismo crítico en lo social y político. El escritor y periodista José S. Alvarez, Fray Mocho, la había fundado en 1897 dándole un protagonismo “zumbón” a las realidades institucionales e históricas. Älvarez era famoso por sus retratos costumbristas y de época, frecuentemente escritos en clave humorística.

La revista es un documento gráfico, con alegres caricaturas de los personajes y alternativas políticas de esos años. Constituye un testimonio único de aquellas realidades que no solamente miraba el estrecho círculo vecino al puerto de Buenos Aires y sus aristocracias, sino que reflejó imágenes y noticias de los distritos vecinos y algunas otras zonas del país. Además tuvo en sus páginas las principales noticias de la realidad internacional.

No faltaba, como un dato más, las fotos de reuniones y hechos de aquella Avellaneda de fines del siglo 19 y comienzos del 20. Un repaso rápido sobre algunas ediciones nos depara sorpresas y curiosidades.

Por ejemplo, en la edición de febrero de 1914 encontramos una foto con escenas del corso oficial en nuestra ciudad donde una docena de señoritas, celosamente custodiadas por un ciudadano con gruesos bigotes y un tradicional sombrero, se encuentran en uno de los palcos, el de las familias Yuste, Núñez, Durruttis y Lerner. Se supone que eran las niñas de esas familias vestidas con idéntica ropa. En la misma revista se publica una foto donde se ve a una patrulla de los bomberos voluntarios de Avellaneda “sofocando el fuego del lavadero incendiado en aquella ciudad”.

En junio de 1930 la edición de “Caras y Caretas” trae varios documentos periodísticos. El mayor de ellos es una serie de fotos del “sensacional proceso a la Sociedad Migdal” documentando a los principales detenidos de la causa judicial contra la ilícita organización que actuaba en la Isla Maciel. Dice el epígrafe general que “los tenebrosos fueron fotografiados completamente por sorpresa por nuestro repórter gráfico, hábilmente escondido”.

En las páginas siguientes aparece otra información de nuestra ciudad: un asalto cometido a una institución bancaria. Se ven “escenas del asalto de acuerdo a los datos suministrados por el personal del Banco”, en fotos donde se representa la acción violenta ante los empleados. Y según la información que suministra: “presas del más vivo terror, son obligados a replegarse en una de las escaleras del salón principal”. Otra imagen presenta, en forma de dramatización, al subgerente del banco, amenazado por los asaltantes. Se trataba del Banco de Avellaneda ubicado en la esquina de Av. Mitre y Montes de Oca de nuestra ciudad. La producción periodística hizo necesaria la intervención de actores que reconstruyeron las escenas.

En la misma edición, aparecen otras fotos. Una con las personas que participaban del brindis efectuado en el diario “La Libertad” con motivo de su 15º aniversario y otra con el acto patriótico realizado en la plaza Alsina como celebración del 25 de Mayo.

En el ejemplar de octubre de 1918, Caras y Caretas reproduce una foto de media página con el “mitín realizado en la plaza Alsina contra la carestía de la vida”. En ella se ve a una parte del público asistente y al orador, señor Juan Rizzo, “haciendo uso de la palabra”.

La mayoría de esos documentos eran suministrados por fotógrafos locales. El más importante fue Antonio Molinelli, uno de los primeros profesionales en la materia y a la vez corresponsal de la afamada revista porteña. Tenía su local en pleno centro de Avellaneda y fue uno de los reporteros gráficos de mayor relevancia de la época.
Vale la pena repasar estas viejas publicaciones y descubrir algunos hechos, acontecimientos y personajes que tienen que ver con nuestra comarca. En algunos casos son curiosos, otras solamente periodísticos, pero siempre conservan el sabor de una vida diferente, con sus luces y sombras. Pero eso es ya tarea para los analistas del pasado.

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